El sistema bancario del país se mantiene robusto y ello se debe en gran medida a la confianza que ponen los salvadoreños en las instituciones financieras locales. Al cierre de junio, los depósitos en los bancos registraron un crecimiento interanual del 4.8 %, lo que significa $810.6 millones más que en el mismo período del año pasado.
Con este incremento, dicho indicador alcanza los $17,639.8 millones, según el último Ranking Bancario publicado por la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).
Si bien los depósitos a la vista (los que pueden ser retirados en cualquier momento) se llevan la mayor parte del pastel, con un incremento del 4.4 % y un total de $10,813.9 millones, son los depósitos a plazo los que registran mayor crecimiento.
De acuerdo con la data de Abansa, en la comparación punto a punto, los depósitos a plazo en general registran un incremento de $313.6 millones (5.1 % más) y alcanzaron los $6,446.2 millones; en detalle, los depósitos pactados hasta un año plazo crecieron 1.7 %, mientras que los definidos a más de un año plazo se apuntaron una subida de 38.8 %.
Esto demuestra que los salvadoreños consideran dejar más tiempo su dinero en los bancos con el objetivo de hacer crecer su dinero, en otras palabras, lo ven como una inversión. Usualmente, con las cuentas a largo plazo, las instituciones financieras ofrecen intereses más altos que las cuentas de ahorro y dan la opción de establecer un plazo, lo que las vuelve una opción atractiva.
Por otro lado, cabe destacar que el Bancoagrícola continúa liderando el ranking de bancos en este indicador, con $4,487 millones recibidos, mientras que estatales como el Banco Hipotecario se colocan en la posición 5 con $1,578.2 millones.
Estos números reflejan una adecuada liquidez en el sistema, lo que permite a su vez apuntalar la dinámica económica de la nación a través de créditos.
Más créditos para los sectores económicos
Hasta junio de 2024, la cartera de préstamos brutos alcanzó los $16,838 millones, lo que representa un crecimiento interanual de $897.3 millones (5.6 % más) comparados con el mismo período del año previo.
Aunque la mayoría de estos créditos fueron solicitados para el consumo (un 33.2 %), el resto ha financiado proyectos y ha otorgado liquidez a diversos sectores de la economía.
El sector comercio recibió $2,572.2 millones (un 15.3 % del total de préstamos brutos); la industria manufacturera percibió $1,653.3 millones (9.8 %); el rubro de servicios, $1,468.4 millones, y electricidad $681.6 millones.
Mientras tanto, la construcción, que fue el sector más pujante de 2023 y que continúa dinámico en 2024, aunque con un ritmo menor, vio un 5.5 % del total de créditos, es decir, $926 millones.
Cabe mencionar que casi la totalidad de sectores experimentaron un incremento, pero los que tuvieron la mayor subida fueron servicios (12.8 % arriba) y electricidad (16.1 %).
En el informe de marzo, Abansa detalló que hasta ese mes se habían distribuido $7,100 millones en 53,000 créditos empresariales; del saldo total de créditos, el 30 % correspondió a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Asimismo, el índice de morosidad de la cartera, otro indicador que es importante para medir la sanidad del sistema, se posicionó hasta el quinto mes en 1.86 %, que es menor en 0.05 puntos porcentuales que el mismo período del año anterior.