Según el artículo publicado del New York Post publicado por Irina Tsukerman, analista de seguridad nacional de Estados Unidos y abogada de derechos humanos, la administración del presidente Joe Biden ha demostrado, una vez más, sus deficiencias en el tema de la migración y la seguridad al desaprovechar la oportunidad de gestar soluciones en un evento de alta relevancia como la Cumbre de las Américas.
En este caso, el artículo del New York Post destaca la ausencia de los presidentes latinoamericanos de los cuatro países responsables por el 90 % de la migración hacia Estados Unidos, en este caso: El Salvador, México, Honduras y Guatemala. Según Irina Tsukerman, este es un mensaje directo para la administración de Joe Biden.
Antes que Biden llegara a la casa blanca, El Salvador se encontraba trabajando para disminuir la emigración ilegal, especialmente enfocado en frenar a la pandilla MS-13, de la cual ya se encuentra siendo contrarrestada por el Gobierno del presidente Nayib Bukele. Sin embargo, con la llegada de la administración del presidente Biden a Estados Unidos, se inició una campaña en contra de los líderes de estado de las cuatro naciones latinoamericanas anteriormente mencionadas.
La campaña en contra del presidente Nayib Bukele consiste en acusarlo de abusos a los derechos humanos a pesar de los resultados históricos obtenidos en el caso de la reducción significativa de homicidios diarios y otros delitos.
La vicepresidenta Kamala Harris, quien cuenta sin experiencia previa en el tema de la inmigración en Centroamérica, fue encomendada para solucionar dicho problema mediante la ejecución de políticas económicas para beneficiar a los países del triangulo norte, ayudando a atraer inversores e incentivando a las personas de escasos recursos a que se mantengan en sus respectivos países. Sin embargo, en lugar de buscar soluciones, la administración del presidente Biden continúa con su campaña en contra del Gobierno de El Salvador en su intento por erradicar a las pandillas.