Luego del enorme fracaso electoral del 28 de febrero pasado, líderes y funcionarios del FMLN pusieron en marcha una campaña de críticas, cargada de desatinos, contra las decisiones del presidente de la república, Nayib Bukele, y de la nueva Asamblea Legislativa, con mayoría de Nuevas Ideas.
El caso más reciente lo protagonizó la expresidenta de la Asamblea Legislativa y alta dirigente del partido rojo Lorena Peña, al tildar de «proimperialistas» a las personas que hablan inglés cuando visitan Estados Unidos (EE. UU.).
La exdiputada —que ya fue citada por la comisión especial que investiga los fondos entregados a ONG— hizo este comentario en alusión al presidente de la república, quien en algunas ocasiones ha escrito en inglés en Twitter y habló en ese idioma durante una conferencia cuando visitó EE. UU.
«Es tan proimperialista que hasta habla inglés cuando va a Estados Unidos. Vos sabés que lo correcto es que un presidente hable en su idioma y tenga traductor, pero él es tan agringado, vaya», le dijo Peña a un entrevistador; además, se mostró a favor de que EE. UU. imponga sanciones a El Salvador.
El presidente Bukele recordó que el FMLN siempre ha estado en contra de lo que denomina el imperialismo y la injerencia de Estados Unidos. «Según esta señora, pedir intervención y sanciones de Estados Unidos para nuestro país está bien», ironizó en una publicación en Twitter.
Otro desacierto de los dirigentes efemelenistas ha sido mostrarse a favor de las marchas que protestan contra la supuesta dictadura en El Salvador, aun cuando llevan a cabo protestas sin ninguna limitación, pero guardan silencio por las marchas de los opositores políticos en contra del régimen castrista, enquistado en el poder desde 1959.
«Al final, será Cuba la que resuelva su situación interna sin injerencia de ningún país», justificó la diputada efemelenista Anabel Belloso, quien ha participado en las marchas en contra del presidente Bukele.
Belloso y Dina Argueta, principalmente, han sido férreas opositoras de la Ley Bitcóin, que reconoce a la criptodivisa como moneda de curso legal en el país. Sin embargo, guardaron silencio cuando el Banco Central de Cuba avaló y emitió regulaciones para usar las criptomonedas y otros activos virtuales en la isla.
«Mientras @EugenioChicas y su FMLN siguen su pírrica oposición al #Bitcoin, Cuba abraza esta criptodivisa y la avala para sus ciudadanos. Ya ven que hasta su faro revolucionario está tomando decisiones hacia el futuro, mientras ustedes siguen sumergidos en el anacronismo», cuestionó el secretario de Prensa de la presidencia de la república, Ernesto Sanabria.
Siempre en relación con el bitcóin, la oposición política lanzó fuertes críticas cuando en septiembre pasado descendió el valor de la criptomoneda. Pero, a finales de octubre, su valor subió y alcanzó el histórico de $66,000. La fracción de Nuevas Ideas criticó que ARENA y el FMLN guardaron silencio ante este aumento.
El jefe de fracción cian, Christian Guevara, también ha señalado que otra contradicción del partido rojo es que se opone al texto que ha quedado redactado en la ley del agua, a pesar de que estuvo 10 años en el poder y no logró la aprobación de la normativa.
El FMLN ha quedado reducido a cuatro diputados para la legislatura 2021-2024, y a pesar de las divisiones internas el exjefe de fracción Jorge Schafik Hándal dijo recientemente en una entrevista de televisión que el partido aún «tiene vida», aunque reconoció que están en «momentos difíciles».
Pero los desaciertos también ocurren a escala internacional. El excandidato a la presidencia de la república por el FMLN Gerson Martínez fue recientemente objeto de críticas y bromas en redes sociales por su discurso el mes pasado en el XXV Seminario Internacional del Partido del Trabajo, en México, país en el que está asilado luego de ser investigado en El Salvador por actos de corrupción.
Martínez habló sobre que hay dominación mundial con satélites y software que están controlados por las transnacionales y que existe «una legión de algoritmos que nos está “hackeando” actualmente […] individualizadamente y georreferenciadamente en El Salvador».