El Salvador ha experimentado un descenso progresivo y sostenido del número de embarazos en adolescentes. De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud (Minsal), en 2022 se inscribieron 52,146 mujeres embarazadas, de las cuales 10,372 correspondieron a niñas y adolescentes entre 10 y 19 años, lo que representa el 19.9 % del total de los embarazos.
Mientras que en 2023 se reportaron 46,466 inscripciones, disminuyendo a 8,569 las inscripciones de 10 a 19 años, lo que equivale al 18.4 % del total de embarazos registrados; por lo tanto, la reducción interanual es de 1.5 %.
Sin embargo, si se compara desde 2017 hasta 2023, la reducción es mayor, pues en 2017 los embarazos en adolescentes representaban el 28 %, mientras que en 2023 fueron del 18.5 %, mostrando una reducción del 9.5 % en los últimos seis años.
Además, entre enero y junio de este año se han registrado 22,938 inscripciones maternas; de estas, 4,024 son niñas y adolescentes entre 10 y 19 años, equivalentes a un 17.5 %. Esto representa un 0.6 % menos con respecto al mismo período de 2023.
De acuerdo con la doctora Verónica Aguirre, epidemióloga de la Unidad Materno-Perinatal del Minsal, si este comportamiento se mantiene el resto del año, se prevé una reducción para este grupo de edades. «En este semestre se lleva el 17.5 % de embarazos adolescentes. Si esta tendencia se mantiene, nuevamente tendremos una disminución este año», indicó.
De igual forma, ha disminuido la tasa de embarazos adolescentes. En 2023 se reportó una tasa de 16 embarazos por cada 1,000 niñas y adolescentes, arrojando una reducción de tres niñas y adolescentes en comparación con 2022.
«Los embarazos de jóvenes de 10 a 14 años han disminuido un 44.3 % en comparación con 2017. Hemos logrado casi el 50 % de la reducción. Eso es un logro trascendental, tomando en cuenta que muchas veces había riesgo social. Ahora podemos entrar en territorios que eran de difícil acceso y brindar a los jóvenes nuevas oportunidades», indicó Juan Antonio Morales, director de la Unidad Materno-Perinatal y Niñez del Minsal.
Cabe destacar que en 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró un incremento de embarazos adolescentes a escala regional por el confinamiento de la pandemia; sin embargo, El Salvador reportó una disminución, pues en 2020 el porcentaje fue de 22.3 % y en 2021, de 20.5 %.
Abordaje integral del estado
La implementación de la ley Crecer Juntos, impulsada por el despacho de la primera dama Gabriela de Bukele, ha permitido que los niños y adolescentes tengan mejores atenciones por parte de las instituciones del Estado.
En ese sentido, el Minsal ha ampliado el portafolio de servicios para la atención integral. Por ejemplo, estableció la estrategia de servicios amigables para adolescentes, la cual se implementa en toda la red de establecimientos con el objetivo de acercar las atenciones psicológicas, de salud, nutrición y educación para que los adolescentes estén informados y se sientan seguros de comentar sus preocupaciones.
Además, ha iniciado la implementación de un modelo para el funcionamiento de áreas diferenciadas en los centros de salud y hospitales donde son atendidos únicamente los adolescentes. Actualmente, hay 123 habilitadas, pero se crearán más.
El Minsal también ha creado la figura del promotor comunal juvenil, que son personas jóvenes capacitadas en la construcción de proyectos de vida y se encargan de transmitir sus conocimientos a los jóvenes en los municipios.
De igual forma, dentro de las estrategias de promoción se incluye la educación para la salud en adolescentes. En 2023 se registran 2,889 sesiones y en el primer semestre de 2024 se han desarrollado 1,453 sesiones.
Sobre las atenciones por morbilidad, se brindaron 880,534 en 2023 y de enero a junio de 2024 fueron 480,945. En 2023 dieron 265,350 consultas odontológicas y 43,594 consultas de salud mental. En cuanto a la identificación de adolescentes mujeres con riesgo, se inscribieron en la clínica de alto riesgo reproductivo 965 en 2023 y en los primeros meses de este año se han incrementado 91 inscripciones con respecto al mismo período del año pasado.
Esta consulta tiene como objetivo identificar riesgos de un embarazo adolescente. «Se ha desarrollado una amplia cantidad de barreras de contención para evitar que sucedan [los embarazos adolescentes] y, si aun así suceden, hay una regulación para dar seguimiento y evitar un segundo embarazo», reiteró
el doctor Morales.