El cambio que tanto pregonaron las autoridades del FMLN que impulsarían tras su debacle electoral parece que no tiene eco, y los nuevos estatutos rojos que recientemente fueron aprobados han agravado la división entre dirección y militancia.
El pasado 9 de octubre, en la convención extraordinaria del partido efemelenista, la militancia aprobó los nuevos estatutos y un nuevo código de ética, siendo los nuevos lineamientos que deberán aplicarse.
Uno de los cambios concierne a que los miembros del partido no podrán reelegirse más de dos veces en un cargo público o de la estructura interna, aunque esto no tendrá efecto retroactivo en quienes ya lleven dos períodos en un mismo puesto.
A criterio del exdiputado suplente del FMLN Víctor Suazo, esos estatutos no recibieron el análisis correspondiente.
«Después de una imposición fraudulenta de nuevos estatutos en el FMLN, se han vuelto recurrentes las alusiones a expulsión al interior del partido, pero hacia afuera hablan de un debate que nunca existió», expresó.
Otra denuncia que hizo fue que existe un grupo que busca silenciar las disidencias.
«La división en el FMLN es real. Una secta busca contener a la disidencia», señaló.
Pero desde la comisión política del partido la respuesta ha sido minimizar las críticas internas, asegurando que no hay división y reduciendo los reclamos a unas «diferencias de opinión».
Lourdes Argueta, miembro de la referida comisión, expuso ayer en la entrevista Frente a Frente: «Como en todo grupo, tenemos diferencias, pero no hay una división», y agregó que cualquier miembro inconforme puede abandonar las filas.