Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio planean vacunar a los 70.000 voluntarios participantes, declaró este martes el director general del evento, Toshiro Muto, con el objetivo de reducir los riesgos de infección a unas seis semanas del inicio de las pruebas.
Cuando los responsables de los Juegos intentan tranquilizar a un público nipón escéptico en cuanto a la seguridad de este «megaevento», unos 10,000 voluntarios, cuyo rol es esencial para su buen desarrollo, dimitieron debido a inquietudes ligadas al coronavirus.
Toshiro Muto indicó que un plan destinado a ofrecer vacunas a los voluntarios que ayudan en los sitios de los Juegos y en la villa olímpica estaba «siendo discutido», y que podría ser ampliado a los medios de comunicación nacionales y a otros participantes con base en Japón.
«En lo que concierne a los voluntarios, en particular los que coincidan con los deportistas, debemos tratarlos como si fueran deportistas», añadió.
Japón conoció una epidemia de covid-19 menos importante que en muchos países, pero hasta hace poco el despliegue de la vacuna fue relativamente lento. Alrededor del 3,5% de la población está completamente vacunada.
Los deportistas olímpicos comenzaron a recibir sus vacunas en el marco de un programa distinto, que forma parte de un acuerdo concluido entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y Pfizer.
Muto afirmó que es «muy probable» que los organizadores de los Juegos puedan negociar la extensión de este programa más allá de los 20,000 deportistas y miembros del personal, si decidieran vacunar a todos los voluntarios, pero el tiempo avanza y avisó de que no sería simple.
«Si debemos administrar vacunas, debemos determinar si podemos añadir vacunas, o si tenemos el sistema para hacerlo£, señaló.
«¿Hasta dónde vamos a ampliar el campo de aplicación? Hay un cierto número de cosas que debemos considerar», explicó el director general de Tokio-2020.