A partir del primer trimestre del año los precios de los commodities comenzaron a estabilizarse, una tendencia que camina al ritmo de la recuperación económica mundial, tras haberse mantenido al alza desde inicios de la pandemia.
Según la publicación semestral Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos) del Banco Mundial, se prevé que los precios de las materias primas se mantengan cercanos a los niveles actuales a lo largo del año, gracias al repunte de la economía mundial y a las mejoras en las perspectivas de crecimiento.
Sin embargo, el estudio advierte que el panorama futuro depende en gran medida de los avances en la contención de la pandemia de la COVID-19, así como de las que adopten las economías avanzadas y las decisiones de producción de los principales generadores de productos básicos.
Gracias al repunte de la actividad económica, así como a algunos factores específicos de la oferta, en particular en los sectores del petróleo, el cobre y algunos alimentos básicos, casi todos los precios de los productos básicos han superado los niveles previos a la pandemia.
En el caso de El Salvador, las cantidades involucradas en las operaciones no son suficientes para alterar el mercado mundial de los commodities, un sector en el que es un país importador neto.
«Las acciones que el país desarrolle en cuanto a incrementar o reducir sus compras o ventas en estos mercados tampoco producen ningún tipo de efecto sobre los precios de los mismos», explicó el magister Alejandro Trapé, del Instituto de Competitividad ADEN Business School.
Por lo anterior, el impacto en la economía y fluctuación de los commodities dependerá de cómo se muevan los precios de estos productos.
Sin embargo, tomando en consideración las evoluciones en 2021 y proyecciones 2022, con la estructura de importaciones de 2019, el país deberá erogar 8.3 % más de dólares para la compra de materias primas. Mientras tanto, con la estructura de exportaciones 2019, recibirá 1.1% más de dólares por la venta de dichos productos.
Los datos proceden de el estudio «Precio de los commodities a nivel internacional: situación actual y proyecciones», presentado recientemente por Trapé, como parte del Instituto de Competitividad ADEN Business School, que mostró la evolución del precio de los commodities y su impacto en la economía de El Salvador, tanto en las importaciones como en las exportaciones.
El estudio detalla que las principales industrias de materias primas importadas por el país son: petróleo (10.3%), acero (3.2%), gas (2.0%), carnes (1.5%), trigo (1.5%), aceites (1.2%), maíz (0.8%) y soja (0.7%); mientras que en exportaciones, son azúcar y café con 5.0% y 1.9% de participación, respectivamente. Los datos promedio 2018-2019, están basados en la Organización de Cooperación Económica (OCE), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Banco Mundial (BM).
El comportamiento de los precios
Tras los mínimos históricos alcanzados durante la pandemia, el Banco Mundial observa una recuperación de los precios del petróleo crudo, respaldada por el acelerado repunte de la economía mundial y los continuos recortes a la producción promovidos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios.
Espera además que la demanda se fortalezca durante 2021, a medida que aumente la disponibilidad de vacunas —en particular en las economías avanzadas—, se flexibilicen las restricciones impuestas durante la pandemia y se consolide la reactivación mundial. Se prevé que los precios se ubicarán en un promedio de $60 por barril en 2022.
En cuanto a los precios de otros commodities, el Banco Mundial prevé que estos aumentarán, como la energía, los metales y los productos agrícolas.
«Hasta el momento, el crecimiento mundial ha sido superior a lo previsto, y las campañas de vacunación ya están en curso; estas tendencias han impulsado el alza de los precios de los productos básicos. Sin embargo, es imposible predecir cuánto durará la reactivación», afirmó Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Grupo Banco Mundial.
Añadió que los mercados emergentes y las economías en desarrollo, sean importadoras o exportadoras de productos básicos, deben fortalecer su resiliencia a corto plazo y prepararse para la posibilidad de que el crecimiento pierda impulso.
«Las fluctuaciones en los precios de los metales responden principalmente a factores de la demanda externa, como los ciclos de recesión y recuperación de la economía mundial», dijo John Baffes, economista superior del Banco Mundial.
Si algunas de las principales economías emergentes retiran los estímulos antes de lo previsto, los precios podrían inclinarse a la baja; sin embargo, la implementación de un importante programa de infraestructura en Estados Unidos podría ayudar a sostener los precios de los metales, entre ellos los del aluminio, el cobre y el mineral de hierro.