Las autoridades de la Universidad de El Salvador (UES), aprovechando la autonomía, reparten sobresueldos sin justificación. Los gobiernos corruptos han repartido sobresueldos en El Salvador. Las remuneraciones ilegítimas atentan contra el bienestar del pueblo porque son contrarias a la justicia social, pero los avaros y perversos creen que tienen derecho a un ingreso extra sin justificación, mientras discriminan y excluyen del empleo a las nuevas generaciones.
Una remuneración extra tiene sentido cuando es conforme a la ley. Esto exige que esté amparada en esta, que cumpla los principios de eficiencia, eficacia, la buena fe y sea congruente con la justicia social que establece la Constitución de El Salvador. No como sucede en la UES, que, actuando de mala fe, mientras reparten sobresueldos también retienen el salario a cientos de empleados que legítimamente lo han devengado, sin considerar la eficiencia y eficacia del gasto público en tales actuaciones.
Las autoridades universitarias han creado un sistema de sobresueldos contrario a la eficiencia y eficacia del gasto. Veamos, por ejemplo, solo en la Facultad de Ciencias Económicas de la UES, durante el período de 2018-2019, se tenían contratados con sobresueldo a 39 profesores de la planta docente, bajo la modalidad de tiempo integral, lo que de forma teórica significa que trabajan más de la jornada ordinaria.
La situación laboral de estos contratados por tiempo integral muestra irregularidades. Por ejemplo, un profesor de jornada de medio tiempo en la Facultad de Ciencias Económicas debe atender a dos grupos de clase, así, por cálculo matemático, quien tiene una jornada de tiempo completo debería atender a cuatro grupos de clase, pero sucede que solo le asignan tres grupos en su jornada ordinaria y le pagan sobresueldo por atender al cuarto grupo. Si eso no les parece raro, en la Facultad Multidisciplinaria de Oriente de la UES un profesor de tiempo completo atiende cuatro grupos sin ninguna remuneración extra.
Un aporte extra no se garantiza en los contratos a tiempo integral en la UES. Las investigaciones del Tribunal de Ética Gubernamental (TEG) han mostrado serias falencias en los controles de cumplimiento de jornada en la UES. El tribunal ha sancionado a diversos empleados por realizar actividades privadas durante la jornada ordinaria de trabajo. En sus resoluciones ha señalado que las autoridades incumplen su obligación de verificar de manera eficaz el cumplimiento de la jornada de trabajo.
La debilidad en los controles de cumplimiento de jornada facilita los sobresueldos injustificados. Estos controles no se mejoran a pesar de contar con suficiente tecnología para hacerlo, prefieren los controles manuales de asistencia que pueden ser llenados hasta desde la comodidad de la casa al final del mes. Estos controles siguen débiles porque hasta los responsables del control se benefician, tal como lo demuestra la resolución del TEG Referencia 46-A-15, cuando sancionó al ex fiscal general de la UES Francisco Cruz Letona por haber realizado actividades privadas durante la jornada ordinaria de trabajo.
Los sobresueldos injustificados debilitan la eficacia institucional de la UES. Por ejemplo, su pago no ha asegurado que los planes de estudio de la UES se actualicen tal como lo manda la Ley de Educación Superior y, peor aún, también sucede que muchos de los contratados por tiempo integral no están disponibles para administrar el examen de nuevo ingreso y por tal motivo se tiene que recurrir al personal contratado por horas clases y medio tiempo.
Las máximas autoridades de la UES han facilitado esta administración de contratos irregulares. El Consejo Superior Universitario ha aprobado lineamientos que facilitan ese proceder en las contrataciones con sobresueldos. Esto se suma al hecho de que por décadas se ha incumplido la obligación de aprobar un manual para la distribución de la carga académica que garantice el principio de igual remuneración por igual labor. ¿Quién detendrá esta manera de administrar en la UES?