El público salvadoreño llegó al complejo deportivo del Estadio Cuscatlán, en San Salvador, para ser testigo del regreso de una de las parejas musicales más queridas de México, Lucero y Manuel Mijares, quienes en marzo de 2011 decidieron poner punto final a su relación después de 14 años de casados y uno de novios. Lo imposible se hizo realidad al verlos de nuevo juntos, gracias a esta gira de conciertos llamada «Hasta que se nos hizo» y que puso entre sus destinos a El Salvador.
Desde que aparecieron en el escenario, tomados de la mano -luego de la participación de la cantante salvadoreña Rocío Cáceres, quien dejó bien entusiasmado al público con su repertorio de covers- el público no paró de pedir un beso entre la pareja, al menos durante las primeras tres canciones. Los artistas complacieron, pero con uno en la mejilla, dejando claro desde el inicio del espectáculo el cariño y respeto que se mantiene entre ellos.
La novia de América, Lucero Hogaza León, lucía radiante. No dejaba de sonreír y de demostrar su característica energía entre canción y canción. Manuel Mijares, por su parte, demostró con su talento vocal porqué se mantiene entre los intérpretes más importantes del pop mexicano. Su voz se mantiene potente y, al menos en ese apartado del show, es el que da la pauta al momento de cantar acompañado de un grupo bastante completo y acoplado que incluyó secciones de vientos metales y percusiones. La impresionante habilidad y talento de los músicos, además de modificaciones a los arreglos originales de algunas canciones famosas, permitió disfrutar de versiones diferentes.
El repertorio incluyó canciones como «Si me enamoro», «Buena fortuna», «Cuatro veces amor», «Electricidad» y «Veleta», «No se murió el amor», «Soldado del amor», «Bella», «Baño de mujeres», entre otras. También interpretaron algunos covers, entre ellos uno de Marco Antonio Solís, el Buki, y unas cuantas de clásicos del rock iberoamericano.
Así repasaron las etapas de sus jóvenes carreras y de cuando eran pareja, hasta que el escenario se oscureció para llegar a la etapa de la separación de su historia, cuando Mijares empezó a cantar: «Si me tenías», un tema surgido tras el divorcio. Pero Lucero lo interrumpió en un par de ocasiones tratando de buscar la complicidad de público, aunque la audiencia prefirió mostrar todo su apoyo a Manuel. Así continuó cantando, luego de que Lucero admitiera que ya había superado el mensaje de esa composición.
Pero el climax del concierto llegó cuando, a petición del público, la hija de la pareja, Lucero Mijares, bajó de la sección de coros para cantar junto con sus padres la pieza: «Para amarnos más», dejando claro porqué la chica es considerada una revelación entre las voces de la música mexicana. Y muy cerca del final, llegó la más esperada de todas: «El privilegio de amar», canción con la que siguen demostrando que, aunque quizá ya no hay una relación de pareja romántica, sí existe una conexión de cariño, respeto y familia.