Durante la última Bitcoin Conference, celebrada en Miami, Florida, surgió una interesante iniciativa: el director de tecnología de las empresas Bitfinex y Tether, Paolo Ardoino, anunció la creación de un fondo en bitcóin para ayudar a las familias salvadoreñas que han sido víctimas de la violencia irracional de las pandillas. Es un fondo inicial de 25 bitcoines (aproximadamente $1 millón al valor actual de la criptomoneda) que podría aumentar conforme otros tenedores de la divisa digital se sumen para apoyar la iniciativa.
«Ahora más que nunca las familias de El Salvador necesitan nuestro apoyo», manifestó Ardoino en Twitter en referencia a los esfuerzos del Gobierno del presidente Nayib Bukele para enviar a prisión a los pandilleros que por décadas han sumido en el luto, el terror y la miseria a comunidades enteras, a las cuales mantenían de rehenes para sus fechorías. Ha sido primero el despliegue de las fuerzas de seguridad a través del Plan Control Territorial y ahora, de manera contundente, al utilizar las herramientas legales aprobadas por la nueva Asamblea Legislativa para acompañar el régimen de excepción que ha logrado dar un importante golpe a las pandillas y enviar a más de 9,000 integrantes y colaboradores tras las rejas.
Otra organización internacional, The Audacious Project, acaba de asignar un presupuesto de $42 millones a Glasswing International para impulsar proyectos de salud mental que se ejecutarán durante cinco años en Guatemala, Honduras y El Salvador entre las víctimas de las pandillas. En un comunicado oficial, Glasswing International señaló: «En los últimos 20 años, la delincuencia y el crimen han alcanzado proporciones de crisis en Centroamérica, afectando millones de vidas y frenando el desarrollo social y económico».
Esa crisis de seguridad y violencia es el legado en El Salvador de los gobiernos de ARENA y del FMLN, que no hicieron más que pactar con las pandillas para incrementar sus ganancias con negocios basados en la seguridad privada o buscando réditos político-electorales.
Ahora, en cambio, vemos cómo desde el Gabinete de Seguridad y bajo instrucciones del presidente Bukele miles de pandilleros han sido capturados y están siendo procesados con nuevas y más duras leyes para que respondan por el daño que le causaron a la sociedad.
Solo unos cuantos están contra el desmontaje de los aparatos criminales enquistados en la sociedad salvadoreña, y son aliados u obtienen beneficios del caos que imponen las pandillas. Pseudoperiodistas han salido a defender a los criminales al argumentar que las pandillas «son necesarias» y hasta se jactan de hacerles favores y de promoverlas internacionalmente.