Impartir clases con música es una habilidad que se le da de forma natural a la maestra y cantante Lucrecia Orbelina Lovos, conocida como Luky Lovos.
Actualmente se desempeña como docente de primer grado en el Centro Escolar Sor Cecilia Santillana Ahuactzin, en San Miguel, y la jornada con los alumnos inicia con el saludo, acompañado de una ronda de canciones infantiles. Los niños al lado de su maestra aprenden a ejecutar la pandereta y la flauta.
«Ser maestra ha sido un sueño cumplido porque desde pequeña quería enseñar música a los niños, lo logré y enseñándoles con solfa he trabajado en lo que se me encomendó», comenta la docente que por 29 años se desempeñó como maestra de música luego de obtener su título de Bachillerato en Arte en el Centro Nacional de Artes (CENAR) en 1984.
«He tenido a mi cargo las bandas estudiantinas, danza, poesía, la Orquesta Juvenil Santillana Ahuatzin, que ya no existe, y he preparado coros», comenta.

En su afán de continuar preparándose, Luky Lovos decidió estudiar Licenciatura en Educación con Especialización en Desarrollo Infantil. Esto le ha permitido impartir clases en diferentes niveles y en los últimos dos años le ha tocado la tarea de enseñar a los más pequeños.
«La música ayuda mucho a los niños en la parte memorística, abre ventanas al niño, ayuda en el aprendizaje de la lectura, al lenguaje verbal para la pronunciación, el tiempo que puede llevar la palabra», comenta.
Este objetivo lo comparte con el Programa de Atención Integral a la Primera Infancia impulsado por la primera dama de la república, Gabriela de Bukele.
«El proyecto de la primera infancia es una buena metodología, muy activa. El objetivo del sistema educativo es que el niño llegue a tercer grado sin errores, hablando con corrección, escribiendo correctamente, leyendo correctamente, y creo que se han cumplido», mencionó.

Luky Lovos asegura que tiene 39 años de desempeñarse en la docencia.
«Estoy satisfecha. Me da gusto haber preparado a artistas que ahora andan en agrupaciones de renombre en el caso de la educación musical y luego he entregado niños que han tenido dificultad para la lectura, llegaron a segundo grado sin conocer las vocales, incluso con sobreedad, y ya están leyendo», señala.
Lovos indica que algunas personas le sugieren que es hora de jubilarse; sin embargo, ella asegura que es en las aulas que se siente llena de vida, aunque reconoce que otras personas más jóvenes pueden optar por enseñar.
Afuera de las aulas, Luky Lovos es maestra de piano y cantante de la orquesta Andy y los Júnior Band.
Ha escrito algunas canciones infantiles didácticas, pero asegura que aún le falta hacerles los arreglos necesarios para registrarlas y luego compartirlas con otros docentes.