Jéssica Lisseth Franco de Ávalos es originaria de Zacatecoluca, La Paz, tiene 25 años y su tiempo lo divide entre el rol madre de una niña de 20 meses, sus estudios para piloto y el oficio de torno, dos áreas que, si bien en tiempos recientes eran exclusivos de los hombres, ella ha manejado muy bien.
Actualmente posee licencia de piloto privado y se prepara para finalizar la carrera de piloto aviador profesional en el Centro de Entrenamiento Aeronáutico (CEA), una opción que retomó luego de que no estudió la opción de su preferencia.
«Quería estudiar Administración de Empresas en la ESEM [Escuela Superior de Economía y Negocios], pero cuando las cosas no son de Dios, no se cumplen, y luego de pensar mucho vi muy interesante la aviación y fue que dije que quería estudiar para piloto y empecé a estudiar», expresó.
Agregó que entre sus proyecciones al finalizar su profesión están trabajar como piloto en una aerolínea en El Salvador y, a la vez, continuar con el oficio del torno, que aprendió en el negocio familiar, en el que debido a los problemas de salud de su papá desde 2019 dirige. Esto incluye hacer trabajos en torno y detener un poco sus estudios.
«Al ver que nunca encontrábamos a alguien que le ayudara a la persona que contratamos, que ya estaba demasiado ocupada, me metí al taller a hacerle frente. Aprender este oficio tan bonito, amplio, necesita mucha inteligencia, pero si le gusta es un mundo para hacer», externó la viroleña.
Esta experiencia, de pasar de atender a los clientes a supervisar los trabajos en torno, le ayudó, ya que aseguró que la persona que atendía el taller en ese momento le inculcó que nunca debía decir no a un trabajo, aunque fuera difícil.
En el taller, situado en Zacatecoluca, reparan y elaboran piezas nuevas en las áreas automotriz, industrial y agrícola, una faena fuerte en la que se engrasa las manos, pero que le deja satisfacciones al hacer bien lo que le corresponde, aparte de otras responsabilidades que ha asumido.
«La verdad es que es bastante difícil llevar tantas cosas a la vez, cuidar de mi hija, mi casa, cuidar de mi papá, estar pendiente de todo, de mi hermano [de 20 años] que está estudiando también. Es un rol grande», manifestó Jéssica.
Indicó que otro sueño es crecer en el negocio y contar con apoyo crediticio para adquirir maquinaria para elaborar otro tipo de piezas, desempeñarse en la profesión de piloto y en el rubro empresarial.