Después de casi nueve meses de la entrada en vigor de la ley Nacer con Cariño, esta ha beneficiado a miles de madres y a sus bebés a través de las diferentes acciones que esa normativa contempla.
Madres que han experimentado las acciones que la ley establece dan testimonio de la marcada diferencia que existía entre la pasada y la actual atención recibida en cada establecimiento de salud.
Tal es el caso de Carolina Argueta y Ana Valle, residentes del cantón Miramar, en el municipio de Santa Isabel Ishuatán, en Sonsonate, quienes compartieron con «Diario El Salvador» sus experiencias.
«La diferencia que he sentido con los dos embarazos anteriores y este es que, desde el momento que fui a la unidad de salud a ponerme en control, han estado pendientes de mí, me han dado seguimiento, han estado viniendo a visitarme para ver si tengo algún signo de alarma. Antes no se daba eso. Ahora, con la nueva ley, nos vienen a visitar constantemente y están pendientes de nuestro embarazo», dijo Carolina Argueta, quien tiene dos meses de embarazo y está esperando a su tercer hijo.
El artículo 5, literales e, g, h, i, j y r, se refiere al derecho que la madre tiene de recibir el respectivo control prenatal, así como a ser informada desde el embarazo sobre los beneficios de la lactancia materna, asesoramiento sobre los cuidados de sí misma y del niño, recibir la información sobre la evolución normal del embarazo y el derecho a la educación prenatal.
Es así como Argueta destaca la importancia de la implementación de las sesiones prenatales, de las que ya fue parte en la unidad de salud de su municipio.
Al igual que ella, Ana Valle resalta aspectos que ha aprendido durante las sesiones prenatales recibidas en su quinto embarazo, un beneficio que nunca obtuvo en sus cuatro embarazos previos. Incluso relató que el nacimiento de uno de sus hijos fue atendido por una partera.
«Ahora me he sentido segura, me he sentido bien. Hace años tuve un embarazo fallido, perdí a mi bebé, y en ese momento me salieron unas doctoras bien pésimas y en ese momento me quedé callada. En las sesiones que me dan actualmente uno agarra valor, aprendí que uno debe sentirse seguro, que somos únicas y que nuestro bebé es único. Las licenciadas nos han enseñado los ejercicios para el momento del parto, las posiciones que uno puede elegir para el parto y que nuestro esposo puede estar a nuestro lado para ayudarnos en el parto», subrayó Ana.
La ley Nacer con Cariño para un Parto Respetado y un Cuidado Cariñoso y Sensible para el Recién Nacido cuenta con cuatro principios fundamentales: la supremacía de la dignidad de la mamá y el bebé que está por nacer, el interés superior en el desarrollo del bebé, proeducación para la mamá y el acompañante y la educación para el personal de salud en la parte preconcepcional, prenatal y el parto, y la integridad.
Carmen y Ana destacaron el papel que ha jugado el promotor de salud, las licenciadas materno-infantiles que han estado a cargo de las sesiones en las que ellas han participado y aseguran que con la implementación de la ley se marca un antes y un después para ellas. Asimismo, agradecieron la oportunidad de tener a un acompañante durante el parto. «Antes no se podía, era difícil hasta que ellos entraran al hospital. Ahora, gracias a Dios y a la primera dama Gabriela de Bukele, vamos a tener a un acompañante en ese momento tan importante», expresó Carolina Argueta.
Por primera vez, el país cuenta con una formación materno-infantil especializada para los profesionales de la salud. Por medio de esta se han establecido nuevas especialidades como los gestores de cambio, educadores prenatales, asesores de lactancia materna, promotores de salud materno-infantil y las enfermeras doulas.