El expresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Agustín García Calderón y su esposa, Gloria Natividad Valdés de García, han quedado absueltos de enriquecimiento ilícito y no deberán regresar al Estado $240,863.77.
Los magistrados suplentes de la Cámara Primera de lo Civil en su resolución han dicho que la Fiscalía no probó que los dos demandados tuvieron un incremento patrimonial no justificado entre los años 2000 al 2009, período en el cual García Calderón fungió como presidente del Órgano Judicial.
Los magistrados han manifestado que el expresidente de la CSJ tenía capacidad económica para ahorrar y comprar vehículos, que los fiscales probaron que era funcionario público, pero no demostraron que tuvo un incremento patrimonial en exceso.
Según lo establece el artículo 20 de la Ley de Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios y Empleados Públicos que data desde el año 1959.
La Unidad Anticorrupción de la Fiscalía promovió el juicio civil por supuestas irregularidades consistentes en depósitos bancarios, adquisición de vehículos, cobros de seguros de vida pagados con fondos de la Corte Suprema de Justicia y una bonificación de retiro voluntario de la carrera judicial.
Con respecto a la última irregularidad, el ministerio público expuso en el juicio civil que García Calderón solicitó el retiro voluntario de la carrera judicial y beneficiarse con un bono de $28,283.64, pese a que no tenía derecho ya que hubo una preclusión del término para el período por el cual fue elegido como magistrado.
Los fiscales dijeron en el juicio que el exmagistrado tuvo que haber seguido su jubilación adhiriéndose a los requisitos que establece la Ley de la Carrera Judicial. Al favorecerse con el bono hizo fraude de ley ya que los fondos salieron de la Tesorería Institucional de la Corte Suprema de Justicia.
En el juicio civil, la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía señaló que García Calderón alteró el ordenamiento jurídico ya que actuó de forma ilegal y deshonró el principio de probidad que todo funcionario público debe tener, pero los magistrados de la Cámara todo esos argumentos no fueron probados.