Hoy es frecuente que asumamos múltiples responsabilidades laborales, por lo que trabajamos durante largos periodos dejando poco tiempo para actividades fundamentales como el descanso o la recreación.
Esta tendencia a la superproductividad puede ser útil cuando se trata de proyectos eventuales y cortos, pero cuando nos exigimos mucho de forma permanente experimentamos el inevitable agotamiento físico y mental que puede degenerar en enfermedades.
Por suerte, nuestro cuerpo envía señales cuando nos estamos presionando más de la cuenta como la fatiga, problemas para conciliar el sueño, la falta de apetito y dolor corporal, que si no se tratan a tiempo pueden convertirse en una situación crónica.
Existen muchas formas para controlar estos síntomas, desde los más obvios como reducir nuestros horarios de trabajo (dejando tiempo para un mayor descanso), practicar deporte y alimentarnos de forma balanceada; pero también hay terapias alternativas (como los masajes), que nos pueden ayudar mucho.
«La terapia de masajes consiste en una serie de técnicas de manipulación de los tejidos blandos con el objetivo de acomodarlos y desbloquear los puntos energéticos para que la energía fluya por todo el cuerpo y funcione de la mejor manera», explica Mario Cruz, propietario de la clínica Salud y Armonía.
Y aunque estas terapias pueden recibirlas personas de todas las edades, lo que sufra cada paciente y los años de vida que tenga determinan la intensidad o frecuencia con que se aplican.
«El masaje se le puede realizar al niño, desde que bota su ombligo, hasta a un anciano. Mientras existan músculos que se tensionen se puede realizar. Lo que se toma en cuenta es la edad de la persona, porque una persona de 90 años o un niño no tienen la misma resistencia que un joven de 20 años. Entonces, debe ser un masaje más suave», detalló Cruz.
Los masajes son curativos, pero también puede prevenir problemas nerviosos mayores como parálisis facial o derrame cerebral.
«La cultura nuestra es ir al médico solo cuando estamos muy enfermos, pero la cultura debería ser preventiva, no esperar a que me duela algo para recibir un masaje. Deberíamos apostarle a la prevención y lo recomendable es hacerse un masaje periódicamente, por lo menos cada 15 días», detalló.
Si deseas experimentar los beneficios de la terapia de masajes puedes consultar y agendar una cita en Clínica Salud y Armonía al 7536-6307 o ir directamente a alguna de sus cuatro sucursales en San Salvador, Santa Tecla, Santa Ana o Cojutepeque.
Este proyecto, que nació en el 2012, es liderado por Mario Cruz, una persona no vidente, con una experiencia en masajes de más de 20 años.
Él y su familia han dado la oportunidad a otras personas con discapacidad visual de capacitarse y trabajar en esta área. «Nosotros aprendemos a reconocer el estado natural de los músculos y diferenciar cuando están tensionados a través del tacto y es entonces que aplicamos la quiropraxia. La experiencia del masajista es fundamental para reconocer donde hay puntos energéticos bloqueados u obstruidos», explicó.
TIPOS DE MASAJES
Quiropráctico o terapéutico. Este tipo de masaje trabaja la zona muscular donde hay espasmos o contracturas musculares. Es una terapia en la que se ejerce presión para liberar el músculo tensionado y favorecer la circulación de la energía por todo el cuerpo. «Es un majase curativo que se aplica en algunas zonas donde normalmente se acumula la tensión, como puede ser la planta de los pies, las pantorrillas, que es la zona de los gemelos, los muslos, arriba de la rodilla, cadera, zona lumbar, zona dorsal y por supuesto en la zona cervical», señala Mario Cruz. El precio de esta terapia es de $25.
Sauna. Consiste en someter el cuerpo a altas temperaturas para lograr la distensión de los músculos, pero también la relajación. Este servicio no se realiza a personas con problemas de la presión, diabetes o con glaucoma. Su costo es de $25.
Relajante. Como su nombre lo indica es un masaje para para relajar. Se aplica a personas que aun no tienen síntomas de dolor y es conocido por los expertos como masajes de mantenimiento. A diferencia del quiropráctico, en este no se ejerce mayor presión. Su precio es de $18.
Con piedras calientes. Este masaje es curativo y relajante. Consiste en colocar piedras calientes en los lugares donde el paciente sienta dolor, es decir donde hay un bloqueo de energía y el calor provoca la distensión de los músculos. La temperatura también provoca un estado de relajación profunda al punto que unos pacientes pueden sentir sueño. Este servicio se puede solicitar por $25.
Exfoliante. Es para purificar y limpiar las impurezas y células muertas de nuestra piel. «Todos los días se nos muere parte de la capa superficial de nuestra piel. Alguna de esa es posible retirarla cuando nos bañamos, pero otra requiere de una limpieza más profunda y esa es la que hacemos con el masaje exfoliante», detalló Cruz. El precio es de $18.
Beneficios de la terapia de masajes
- Reducen el estrés.
- Hacen que nuestro cuerpo funcione de forma correcta.
- Previenen problemas mayores como parálisis facial o cerebral.
- Ayudan a controlar la ansiedad.
- Reducen la inflamación y el dolor de los músculos.
- Mejoran la función inmunológica.
- Controlan el insomnio.
- Mejoran el ánimo.
- Controlan la acumulación de energía y permitan que esta fluya en todo el cuerpo.