La herrería es el oficio de trabajar el hierro para elaborar de forma artesanal diversos objetos o restaurar los que se han dañado. Un oficio que con el pasar del tiempo ha dejado de desarrollarse y pocos son los interesados en aprender este arte.
Quienes aún mantienen sus talleres confirman que no tiene el mismo auge de épocas anteriores, y sobrellevarlos va más allá de los beneficios económicos. Este es el caso de la Herrería Pepe el Toro, situada en la colonia Santa Rosa, en Zacatecoluca, La Paz, cuyo fundador fue el reconocido herrero José Dolores Rodríguez, de grata recordación, que continúa trabajando para sus clientes.
«Es difícil, cuando la cabeza mayor falta ya no es lo mismo», manifestó Santos Alicia Cubías, esposa de este artesano del hierro que falleció hace siete años, y que en memoria de él, sus hijos y un hermano de ella han mantenido la herrería.
En el lugar se elaboran todo tipo de piezas de hierro forjado como piochas, barretas y barra de uña, espátulas para llantería, cuñas para piedra, chuzos, así como otras herramientas agrícolas y de construcción.
El herrero Wiliam Alfredo Cubías, hermano de Alicia, manifestó que el trabajo consiste en arreglar piezas que terminaron su vida útil y las convierten en productos nuevos. «Aquí no hacemos solo una cosa, tenemos grifas, cinceles, cuñas», comentó el artesano viroleño.
En Zacatecoluca se ha escaseado la herrería, un oficio que ya no es común, pues, según comentaron, implica fuerza, dedicación y hasta riesgos, pero es una oportunidad de trabajo. Para la familia Cubías es un patrimonio que conservan en honor de José Dolores Rodríguez, conocido como Pepe el Toro.