La madrugada de este jueves, Marcelo Arévalo tomó un avión para volver a su gira tenística, la que interrumpió para venir a El Salvador a festejar su título en dobles del Roland Garros con su gente. En su apretada agenda, el salvadoreño hizo un espacio para conversar con este medio, sobre sus proyectos siempre ligados a su deporte. La siguiente parada es Wimbledon, donde sueña con repetir la hazaña de París.
Marcelo, un compañero fotoperiodista, que tiene años de seguir tu trayectoria me dijo que cuando perdías quebrabas la raqueta y que hacías berrinches, ¿qué recuerdos tenés de tus inicios?
No son recuerdos de los que me siento orgulloso. Creo que uno va evolucionando como jugador, como persona, pero tampoco me arrepiento, porque creo que eso me forjó muchísimo carácter, no me gustaba perder, me molestaba mucho perder. De hecho, me molestaba más perder de lo que me gustaba ganar, entonces creo que eso me fue generando el carácter, eso no significa que cuando perdía tenía que tirar la raqueta, en ese momento era un niño y me dejaba llevar por los impulsos, pero creo que esa parte me dio carácter para ser el jugador que ahora soy.

Cuando decidió cambiar de pareja, que era Matwe Middelkoop, para asociarse con Jean-Julien Rojer, ¿por qué lo hizo?
Yo siempre tuve claro lo que quería para mi carrera. Middelkoop es un gran amigo mío, es un gran jugador, tiene muchísimo talento, pero habían cosas que, por ejemplo, nuestra ética deportiva simplemente no era la misma. Yo soy un jugador que me gusta entrenar horas extras, si algo no sale bien me iba a la cancha a hacer 30 minutos extras. Si perdemos en un torneo en la primera ronda para mí es una ventaja sobre los que van ganando, porque yo puedo entrenar más tiempo que ellos, porque cuando vas ganando lo que hacés es practicar 30 o 40 minutos antes de tu partido y eso es, prácticamente, tu entrenamiento, más el partido, obviamente. Entonces, para mí, cuando uno pierde temprano en un torneo, es la oportunidad de ser mejor y él ya es un jugador formado, él hizo su carrera diferente, no digo que la manera mía sea la correcta, pero es la manera que a mí me ha funcionado. Jean-Julien es prácticamente del mismo pensamiento mío: trabajar duro, trabajar horas extras para sacarle ventaja a los demás. Además de que él ya tenía muchísima más experiencia, ya había sido campeón de Grand Slam, podía aprender de él, llenarme de información nueva, de su experiencia. Y ese fue el único motivo por el cual decidí hacer pareja con Jean-Julien y, gracias a Dios, hemos tenido un exitoso año en lo que va del 2022.
¿Si no cambiaba de pareja no fuera campeón de un Grand Slam ahora?
Es bien incierto, porque también podían haber ganado con otra pareja, talvez no. Pero yo creo que las cosas pasan no por casualidad y las buenas decisiones que uno toma en la vida lo llevan a tener éxito en un futuro. Sé que la decisión que tomé de hacer pareja con Jean-Julien fue una decisión buena, correcta y hoy podemos ver los buenos resultados de esa decisión que tomamos a finales del 2021.
Ahora que ha llegado al país, mencionó que es un buen momento para devolverle algo al país, ¿a qué se refiere con esas palabras?
Me refiero a que cuando gano, me dio muchísima emoción, muchísima satisfacción que un niño de Sonsonate, de El Salvador, donde el tenis no es un deporte popular, no es un deporte famoso, que pudo conquistar uno de los cuatro títulos más importantes a nivel mundial en el tenis. Entonces, yo siempre he tenido mucho interés por ayudar a los jóvenes, a las nuevas generaciones, a los niños. Y cuando me refiero a que hoy es el momento de regresarle al país todo lo que ellos me han apoyado, es hacerles creer a estos chicos de que por medio del tenis ellos pueden cambiar sus vidas, pueden ser mejores personas, pueden ser personas más íntegras para la sociedad y cumplir sus sueños mediante el tenis.
Hay un proyecto para una academia de tenis, ¿cómo lo va a hacer? ¿Qué plan tiene ya adelantado?
El proyecto ya está, de hecho hoy (ayer) es la conferencia oficial en la que vamos a hablar sobre este proyecto. Tenemos dos patrocinadores que se nos han juntado para este proyecto, entonces vamos a hablar de esto hoy en la conferencia (ver nota en página 45). Pero sí, va enfocado directamente para los niños, a los jóvenes, a los futuros talentos para que tengan las oportunidades necesarias para poder llevarlos a competir a un nivel mundial alto.
Ahora que tiene roce con los grandes tenistas a nivel mundial, ¿hay alguno que le podría tender la mano?
Es algo más de nosotros. El proyecto ya empezó, lo fundó mi hermano hace bastantes años, la academia de los Hermanos Arévalo, ahora yo quiero inyectarle mi experiencia en todo lo que hemos venido haciendo para que aprovechemos este triunfo, para que los niños vean que sí se puede, uno sí puede cumplir los sueños que uno se propone.
Pero no está ni por cerca el retiro de Marcelo Arévalo.
Para nada, tenemos Marcelo Arévalo para 10 años más, primero Dios.
Se viene el Grand Slam de Wimbledon, ¿sueña con repetir lo del Roland Garros?
Sí, yo creo que uno sueño con seguir ganando títulos grandes. Obviamente, cada torneo es un gran reto, no significa que porque ya ganamos un torneo ya vamos a ganar todos los Grand Slam, pero sí les puedo asegurar es que el objetivo es ese, es llegar a cualquier torneo, a todos los Grand Slam, con el objetivo de quedarnos con el título.

