Tras el final del partido, Marcelo «Chiqui» Díaz se fue de rodillas desde la linea final hasta el centro del campo. Fue una especie de penitencia del jugador de 11 Deportivo que volvía a las canchas luego de tres meses de pausa , por una rotura de meniscos grado dos. Fue algo comnplicado para Díaz, quien tuvo que saberlo llevar
A su encuentro salen algunos jugadores de FAS, que solo lo saludan y le dan aliento para seguir adelante. Uno de esos es Denis Pineda, alguien que tiene créditos para hablar de lesiones a a toda escala.
«Le doy gracias a Dios porque me dio la oportunidad de volver a jugar. Me siento motivado, porque sentía la frustración de que no estaba jugando por casi tres meses. Ahora que vuelvo a jugar, aunque sea por un par de minutos, me siento con una gran alegría. Lo de la penitencia era algo que ya lo tenía pensado, que cuando volviera iba a hacer eso en agradecimiento. Por eso fue que hice ese tipo de penitencia», apuntó el atacante en charla con «Diario El Salvador»
Luego, esa lesión no solo lo afectó con 11 Deportivo. También ,lo marginó de selección nacional para Copa Oro y los primeros tres juegos de la octogonal final de la Concacaf. «Estaba trabajando para estar en la selección. Creo que era lo primordial que quería y lastimosamente no se dio, pero ahora voy a estar preparado para lo que se venga», dijo «el Chiqui» quien tiene formación de Alianza.