Una marcha organizada para protestar por la exploración y explotación de la minería metálica en el país careció ayer de respaldo popular durante todo su recorrido, que comenzó en el Parque Cuscatlán y finalizó frente a la entrada de la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), en el Centro Histórico de San Salvador.
Ricardo Navarro, presidente del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) y quien participó en la movilización, dijo que la minería metálica generará contaminación de los recursos hídricos y pobreza. «A nosotros nos va a traer más pobreza y más contaminación del agua», mencionó Navarro en declaraciones al medio Mágico TV.
Los protestantes marcharon desde horas de la mañana con entera libertad, como ha ocurrido en el pasado cuando los sectores de oposición participan en las marchas en contra del Gobierno del presidente Nayib Bukele.
El Salvador cuenta con un nuevo marco normativo que le permite explorar y obtener usufructo de la riqueza mineral que posee, luego de que la Asamblea Legislativa aprobó este mes la Ley General de la Minería Metálica. Bukele ha dicho que la explotación moderna y sostenible de la minería metálica con el medioambiente puede generar miles de empleos de calidad.
El Salvador tiene un potencial minero en oro de $3 billones, equivalente al 8,800 % del producto interno bruto (PIB), señaló el mandatario en noviembre pasado, lamentando, además, que era el único país del mundo en prohibir a la minería por legislación.