El ex pelotero panameño Mariano Rivera y ex integrante de los Yankees de Nueva York, se encuentra en el país desde la tarde del jueves, atendiendo una invitación de la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA) y como primera actividad, protagonizó un conversatorio con personalidades ligadas al béisbol.
Rivera, quien a lo largo de 19 años formó parte de la franquicia neoyorquina, donde logró forjar una fructífera carrera, que lo llevó incluso a ocupar un lugar en el Salón de la Fama del béisbol estadounidense, realizó el viernes una visita a las instalaciones de FESA, ubicadas en Santa Tecla, donde funciona el Colegio Especializado.
Tras realizar un breve recorrido acompañado por el presidente de FESA, Jorge Bahaia, el seleccionado nacional Andrés Velasco y el presidente de la Federación Salvadoreña de Béisbol, Jorge Cabrera, Mariano Rivera saludó a los jóvenes estudiantes y deportistas, para motivarles a no darse por vencidos y a dar el máximo por el logro de sus objetivos, tanto en lo deportivo como en lo académico.
«Este modelo de instituciones merece ser apoyada y vale la pena replicar esto en otros lugares, me parece muy bien porque tiene el factor educativo, esto es importante porque si bien no todos pueden llegar a ser beisbolistas de éxito, al final serán buenos profesionales, ciudadanos ejemplares», dijo este ex lanzador de Grandes Ligas.
Agregó que en este tipo de iniciativas quienes las lideran no pueden ponerse límites, que la visión de trabajo debe ser siempre ir hacia adelante, por lo que invitó a Jorge Bahaia a quien llamó su amigo, a no claudicar en este esfuerzo.
El conversatorio
Durante el conversatorio que fue moderado por el periodista Fernando Palomo, el ex pelotero estrella de los Yankees de Nueva, hizo un repaso sobre su prolífica carrera deportiva, habló de los tantos obstáculos que tuvo que superar en su pueblo (Puerto Caimito, Panamá), para dar sus primeros pasos en el béisbol.
«Todos esos obstáculos fueron una especial motivación para seguir adelante, nunca pensé en volver atrás, los sueños están para cumplirse y debemos luchar fuerte por alcanzarlos, dando lo mejor de uno», dijo Mariano.
En cada historia contada, en cada detalle de su carrera, este brillante pelotero siempre destacó la importancia que ha jugado Dios en el logro de sus objetivos, que su misericordia siempre le abrazó, lo cual pudo complementar con su gran talento para jugar este deporte y trascender como muy pocos latinos lo han hecho.