Con el festejo del centenario de la Orquesta sinfónica de El Salvador, su director titular Martín Corleto, comparte un poco del espíritu de pertenencia y felicidad que los miembros de la institución musical sienten al cumplir un siglo de existencia de la entidad.
De acuerdo con Corleto, durante todo el año habrá presentaciones con el fin de compartir junto a la población salvadoreña el gozo de la vida de la excelsa orquesta.
¿Cuáles actividades se desarrollarán como parte del centenario de la Orquesta Sinfónica?
Hemos preparado, desde la Orquesta Sinfónica de El Salvador, varias temporadas o momentos especiales y extraordinarios en torno a la celebración de nuestro centenario. ¡Qué momento este en el que la orquesta cumple 100 años! Consideramos que es un momento súper importante como país. Un país que tiene una Orquesta Sinfónica estatal, nacional, y cuya permanencia en el ámbito cultural es de ya un siglo. Es una cosa extraordinaria, en realidad. Aunque a veces no tenga la atención debida, nosotros queremos cantarlo y gritarlo a los cuatro vientos porque es un gran logro, no solo nuestro sino como país.
Hemos preparado grandes momentos. Todos en torno, principalmente, al repertorio más icónico del siglo XIX europeo y al repertorio más importante de la producción nacional también. Ya llevamos un año y varios meses de estar explorando esta área del repertorio, donde hemos iniciado un recorrido por las piezas de varios compositores y, ahora con el centenario, hemos decidido seguir con la línea de exploración de esos repertorios.
Antes del confinamiento empezamos a trabajar con la música de Mozart y luego hicimos una pausa. Seguimos con música de cámara del romanticismo del siglo XIX, y eso nos llevó a explorar la música de Franz Schubert, Johannes Brahms y Ludwig van Beethoven. Este último, también, con motivo de la celebración de sus 250 años de nacimiento. Ahora, con el centenario de la orquesta hemos decidido seguir con esta exploración, así que vamos a tener nuestro segundo volumen, o segunda pequeña temporada de música de Brahms y Tchaikovsky, vamos a hacer las serenatas de Brahms y las sinfonías de Tchaikovsky. También estamos sugiriendo un pequeño repertorio de Schubert. Esto lo haríamos junto con los conciertos de Brahms para variedad de instrumentos. Nuestra intención, también, es que tengamos la visita de algunos solistas para hacer este repertorio que anunciaremos oportunamente.
Después de ello, queremos cerrar nuestro ciclo de Beethoven con tres obras icónicas y que quedaron en el tintero el año pasado. Las obras son el concierto N° 5, El Emperador, para piano; el concierto para violín, en re Mayor y la 9° Sinfonía «Coral», que es la «Oda a la Alegría». Esta, que es la obra central que vamos a interpretar este año, que creo que es algo para el pueblo salvadoreño, es una obra que gusta mucho y que la gente espera con mucha expectativa.
Hablaste de música nacional, ¿qué tienen preparado?
En septiembre vamos a tener nuestro característico concierto de «Grandes valses de El Salvador», y también vamos a interpretar dos conciertos muy importantes de José Napoleón Rodríguez, un concierto para violín y el concierto para violonchelo, combinado con otras obras de compositores salvadoreños. Esperamos tener un buen número de piezas nacionales que podamos presentar al público.
Además, lanzaremos nuestro proyecto de recuperación de material histórico, del archivo de la orquesta. Hemos estado recuperando una serie de piezas, ya casi por dos años, y las hemos estado digitalizando. Entonces, este año vamos a presentar un catálogo de una treintena de obras que han sido ya copiadas, digitalizadas y guardadas para la posteridad. Vamos a preparar también un concierto pop sinfónico, pero focalizado a música incidental, música de películas. La gente lo espera con muchas ansias y mucha alegría, entonces, nos enfocaremos en esa música y sabemos que lo van a disfrutar mucho.
Estamos celebrando el año completo, pero nuestro cumpleaños es en noviembre. Así que, a finales de noviembre, justo el Día del Músico, el 25 de noviembre y nuestro aniversario, se juntan para hacer un bonito concierto en el que esperamos contar con unas sorpresas importantes. Tendremos muy bonitos solistas y un repertorio muy lindo para nuestra audiencia.
A 100 años de creación de la sinfónica, ¿qué piensas sobre su evolución?
Siento que este cierre del primer siglo es un momento para plantearnos el futuro de la orquesta, particularmente en dos sentidos. El primero, en poder llegar a nuevas audiencias a través de diversos medios, eso quiere decir, usar los medios digitales, otro tipo de espacios alternativos e incluso la transmisión y retransmisión de los conciertos para poder ampliar y llegar a más audiencias, y que de verdad la gente diga: “tenemos nuestra orquesta sinfónica, es nuestra”. Y en segundo lugar, diversificar nuestros productos, hacer otros repertorios, explorar nuestro repertorio tradicional y hacer nuevos. Además, crear nuevas propuestas de ensambles diferentes, es decir, grupos de cámara, ensambles de viento, ensambles de cuerda, rotar los ensambles, y así. Esto con el objetivo de poder hacer otro tipo de repertorios y así llegar a otros espacios.
También es un buen momento para ver la mejor manera de abordar y hacer la música, desde una perspectiva de relaciones saludables, de un gozo natural por hacer la música, de un entorno amable, pacífico y cordial en el trabajo que desarrollamos. Estamos cambiando la cultura organizacional. En esta orquesta todos estamos comprometidos no solo con la música si no también con la salud de nuestro entorno, de trabajo e institución. Entonces, creo que esos son en gran medida los ejes.
Hace poco hicieron un ejercicio de incorporar jóvenes pasantes a la sinfónica, pero ya hay jóvenes que forman parte de ella. Como director ¿cómo ves ese intercambio generacional?
De esto puedo decir muy felizmente que fue una experiencia sumamente gratificante para ambas partes. Claro, retadora, y que implicó mucha voluntad, no solo para poder hacer la música juntos sino para relacionarnos en este nivel de demanda de ejecución musical […]
Creo que, generacionalmente, todos los componentes funcionaron, la gente trabajó con una gran sinergia. Considero que este tipo de esfuerzos que se llevan a cabo a nivel nacional, porque se desarrolló con varias instituciones, son beneficiosos. Los jóvenes tuvieron esta oportunidad y vieron como una oportunidad lograr experiencia. A nosotros, nos permitió poner en contacto a ambas generaciones y de esta manera prepararnos para ampliar y renovar nuestra querida orquesta.
Desde adentro, desde todo el equipo de la orquesta, ¿cómo reciben el cumpleaños 100? Sabemos que es algo significativo, pero como director ¿cómo percibes que se está viviendo el momento?
Es complicado poder reunir lo que se siente; sin embargo, tenemos un sentimiento generalizado de mucho orgullo, de mucha alegría, de mucha expectativa, por recibir este centenario y, por supuesto, de un gran privilegio de poder estar en la orquesta en este momento. Creo que todos llevan a la orquesta en el corazón y con un gran orgullo de pertenencia hacia ella.
Y bueno, personalmente, me alegro mucho cuando percibo eso, y apoyo siempre a cada miembro de la orquesta que de pronto está empoderado y defiende con orgulloso su orquesta. También, no solo desde este plano en cuanto a una postura de protección, sino que también de trabajo, ya que todo ha sido sumamente demandante y los maestros han demostrado un gran compromiso y han hecho un esfuerzo particularmente en estos últimos tiempos. Esperamos que esos esfuerzos sigan y se redoblen incluso. Espero asumamos este momento con mucha alegría, pero también con mucho compromiso y responsabilidad.
¿Cómo invitas a los salvadoreños a vivir el centenario de la orquesta?
Nuestro ideal es que nos puedan acompañar en esta fiesta, que puedan identificarse con su orquesta. Que la orquesta sea un motivo de orgullo y alegría, este motivo positivo tan necesario, ya que en la música no hay nada negativo, todo es brillo, todo es arte; es este toque brillante y luminoso dentro de nuestra vida cultural nacional. Ojalá que toda la población se identifique con esta energía positiva, con esta luz de la música […] Y con la lucha que implica hacer arte, es un arduo trabajo que hacemos, con la única finalidad de obsequiarlo a la población salvadoreña.