Aproximadamente 127 niños y 74 adolescentes fueron víctimas del desplazamiento forzado en El Salvador durante los últimos dos años, así establece un informe presentado por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).
El informe «Afectación del Desplazamiento Interno Forzado en la Niñez y la Adolescencia Salvadoreña» se basa en denuncias recibidas desde octubre de 2017 a febrero de 2019, que se resumen en 134 expedientes y 20 orientaciones.
La Procuraduría recalcó en el informe que «no se reflejan muchos niños, niñas y adolescentes, debido a que las denuncias deben ser interpuestas por personas de 12 años o más; sin embargo, esto no implica que dentro de las familias representadas en cada denuncia recibida u orientación brindada por la PDDH no existieran personas entre estas edades.» Además, aseguran que hay un subregistro de víctimas menores de edad que no se ha podido añadir.
CAUSALES DE DESPLAZAMIENTO
Las amenazas de grupos delincuenciales y extorsiones son las causas más comunes que provocan el fenómeno de desplazamiento forzado. Las estadísticas del informe revelan que el 85.5% de las víctimas huyeron de su hogar por hechos de violencia asociados con pandillas. El 37.1% de casos están asociados a las amenazas y un 15% es por homicidios de familiares que las víctimas deben huir.
Uno de los principales impactos del desplazamiento interno forzado es el «cambio que rompe el curso de vida de los afectados». Los adolescentes suelen ser los más afectados por esta problemática en contraposición a los niños, explica el informe.
«Debido a que los adolescentes tienen una mayor comprensión de su entorno, de las situaciones que suceden a su alrededor y de las dificultades que enfrentan sus familias, pueden comprender mejor las causas que les obligan a abandonar su hogar, así como los peligros y riesgos que corren antes, durante y después del desplazamiento», dice el informe.
Sin embargo, para los niños, el dejar el hogar junto a su familia vulnera derechos esenciales como la educación, salud física y mental. «Además, sus familias se enfrentan a problemas económicos debido a que pierden sus fuentes de ingreso y muchas veces terminan desintegrándose a partir del desplazamiento», se lee en el informe.
«Los niños por su edad no alcanzan a entender la dimensión y por eso son más fácil de adaptar. Pero la situación de rebeldía en ellos si puede estar relacionada», explicó el Procurador Adjunto para la Niñez, Jesús Rivas.
Para los expertos, el acompañamiento, afecto y cuidado por parte de los adultos son lineamientos esenciales para superar las consecuencias del desplazamiento forzado.