Carmen Palacios, de 58 años, tiene aproximadamente 20 años de vender verduras y frutas en el mercado de Mejicanos. En todo el tiempo que lleva trabajando son «incontables» las veces que algunos clientes le han pagado con un billete falso.
«Montón de veces que me han hecho pasar billetes así, a mí se me dificulta reconocerlos, pero ya varias veces me han pagado con billetes de $20 o $5. A veces no es tanto la compra que me hacen, pero como uno da vuelto, así se va el verdadero billete y es perdida», dice Palacios.
La circulación de billetes falsos es una práctica recurrente de varios delincuentes en El Salvador. En tiendas, en ventas informales e incluso en negocios pequeños muy fácilmente estos malhechores buscan introducir billetes falsos.
Según los registros que tiene el Banco Central de Reserva en los últimos tres años se introdujo en la economía salvadoreña $345,566 con billetes falsos. Solo esta agencia estatal guarda 20,318 billetes falsificados retenidos por el sistema financiero, como establece la Ley de Bancos.
El monto que se registró en billetes falsos en 2018 fue de $137,148; en 2019 se falsificó $125,477 y de enero a diciembre del año pasado se sumó $82,941.
«No son montos relevantes para la economía nacional, pero para las personas que lo reportaron si es una pérdida económica, $20 que le hayan salido falsos. A nivel del país no es representativo, pero para la persona que lo recibió si lo es», explicó María de los Ángeles de Alvarado, jefa del Departamento de Tesorería del Banco Central de Reserva.
«Que nos den un billete sin valor afecta porque uno a veces vende poco y que luego le digan que no tiene valor, no se da todos los días, pero se da. Yo me he dado cuenta que me han dado un billete falso cuando ya estoy comprando y me dicen que debo cambiarlo», contó Palacios.
UN DELITO PERMANENTE
La falsificación monetaria está tipificada como delito de falsificación, tenencia o alteración de moneda.
«El que falsificare o alterare moneda, nacional o extranjera de curso legal, será sancionado con prisión de tres a diez años. En la misma sanción incurrirá quien, a sabiendas de su falsedad y sin haber participado en ella, introdujere al país, expidiere o pusiere en circulación moneda falsificada o la tuviere en una cuantía o cantidad de billetes considerables, y en condiciones que permitan inferir su ánimo o se establecieren indicios de su intención de ponerla en circulación», establece el artículo 279 del Código Penal.
De Alvarado asegura que los delincuentes aprovechan ciertas temporadas del año para aumentar introducir billetes falsos a la economía.
«En los periodos vacacionales, semana santa, agosto y diciembre son periodos donde se incrementa esta práctica por el aumento de fluidez de efectivo y es cuando los falsificadores están más pendientes de incluir estos billetes falsos. Son esas temporadas y por eso se intensifica la divulgación de las medidas para determinar si son falsos o no», añadió.
La conclusión de la experta del BCR es respaldada por la vendedora quien asegura que en periodos de Año Nuevo y Semana Santa es cuando más ha recibido dinero falsificado.
«A finales de diciembre es cuando más me han engañado dándome billetes falsos y como en esos días todo pasa más lleno, la gente anda comprando y uno, por la rapidez ni revisa nada solo se guarda el poco dinerito que se va ganando», relató Palacios.
Según la representante del BCR, en San Salvador es donde más se realiza este delito y la denominación que más se falsifican son los billetes de $20.
«En la zona departamental es donde más se da este tipo de comercio de falsificación es en San Salvador porque hay más fluidez delictiva», explicó De Alvarado.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
El BCR está constantemente divulgando las medidas de seguridad que se deben de seguir para determinar la legitimidad de los dólares.
«La mejor forma de detectar que un billete es falso es conociendo las características de un billete genuino y comparar. Hay un método denominado «Toque, mire y gire» que da a conocer cuáles son las principales medidas de seguridad que tienen los billetes», explicó De Alvarado.
Los billetes tienen una textura similar de tela, están hechos de algodón y lino. «No es un papel normal, no es un papel bond. Al tocarlo no se sentirá un papel liso sino en la tela. Si se toca en las partes negras hay un alto relieve por lo que no es completamente liso», añadió.
La segunda etapa consiste en identificar la marca de agua que tienen los billetes en ambos lados. «También al poner a contraluz, verá un hilo de seguridad o banda plástica incrustada en el papel, colocado de forma vertical. Es visible por ambas caras del billete y se encuentra ubicado en diferente lugar dependiendo de la denominación», detalla el BCR.
La tercera acción consiste en identificar el número que se encuentra en la parte inferior derecha del billete, al girar, este cambia de color cobre a verde.
De Alvarado asegura que estas técnicas son las más confiables para determinar si un billete es falsificado o no, ya que muchas veces «los que tienen billetes falsos utilizan billetes legítimos de otros países que los lavan e imprimen en los mismos la denominación de dólares, entonces si prueba con un plumón, por ejemplo, no le identificará la falsificación porque el papel si es legítimo».