Los países hispanoamericanos necesitan sinólogos, es decir, expertos en el idioma chino, la cultura, tradición y la historia, que les permitan mejorar y aprovechar los intercambios económicos con la República Popular China. La Universidad de Lengua y Cultura de Beijing ha graduado de sinología más de 3,000 estudiantes extranjeros de 190 países.
Xu Baofeng, director de la Academia de la Franja y la Ruta de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, dijo que Latinoamérica necesita formar profesionales en sinología que conozcan el mundo chino, tanto el idioma, cultura, literatura, pensamiento filosófico e histórico, para una completa compresión de los objetivos, planes y aspiraciones del pueblo chino que posibilite un intercambio económico en igualdad de oportunidades para ambas partes.
«Desde los años 80 se tienen alumnos de más de 190 países y se llegan a 3,000 estudiantes extranjeros graduados de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing. Son 30 países de América Latina, por lo que ya se puede imaginar que la cantidad es grande. Son 3,000 estudiantes que tienen experiencia en sinología. Conozco el caso de un uruguayo que se graduó de acá [universidad], pero no está trabajando como sinólogo, él ahorita se está preparando para ser diputado en su país», dijo Xu.
Asimismo, aseveró que con el crecimiento y el avance de las relaciones económicas China-América Latina se necesita formar a talentos conocedores del país asiático para poder aportar a mejorar las relaciones entre ambos países, con la creación de nuevos espacios culturales, económicos y políticos.
Al graduarse, los estudiantes tienen conocimiento del idioma chino, que les permite leer, escribir y la traducción de conocimientos integrales sobre la historia, cultura y la sociedad china, que lo que podrán desarrollar en el campo diplomático y económico.
Alicia Montaciño es originaria de Toledo, España, lleva un año aprendiendo chino y aseveró que, a pesar de que tiene poco tiempo de estar en el país asiático, no ha tenido un choque cultural, ya que el trato de sus compañeros y profesores es muy bueno.
«Somos nueve alumnos de España, también hay de Latinoamérica como Argentina, Chile, México, Ecuador y otros países. Yo estudié en España traducción e interpretación de inglés y chino y cuando terminé el máster y abrieron las fronteras (después de la pandemia de COVID-19) fue que me vine para acá y mi objetivo es mejorar mi mandarín, ya que aún no lo hablo como me gustaría», expresó la estudiante.