Más de 700.000 espectadores, una cifra récord, asistieron durante cuatro días al festival de música MDLBeast Soundstorm en Arabia Saudita, a pesar de un repunte de los casos de covid, indicaron este lunes las autoridades del reino ultraconservador.
La monarquía petrolera del Golfo se ha abierto en los últimos años a eventos culturales y deportivos internacionales, pero las oenegés de defensa de los derechos humanos ven en esto una forma de instrumentalización del ocio para desviar la atención respecto a la represión a los opositores y activistas.
«La participación total alcanzó a 732.000 personas a lo largo (de los cuatro días) del desarrollo del festival, uno de los más grandes del mundo», tuiteó Turki al Sheij, quien está al frente de la autoridad del entretenimiento.
Las oenegés instaron a las estrellas internacionales, entre ellas el DJ francés David Guetta, a que boicotearan este evento que finalizó el domingo o que denunciaran públicamente las violaciones a los derechos humanos en Arabia Saudita.
«Nunca antes habíamos visto algo parecido en Riad –multitudes, música, salas VIP y atuendos no acordes» con las tradiciones del país, señaló una mujer presente en este festival.
Este macro-evento tuvo lugar en momentos en que Arabia Saudita experimenta un aumento de los casos de contagio por covid-19, con los temores que rodean a la propagación de la nueva variante ómicron como telón de fondo.
El reino ha constatado más de 8.800 muertes vinculadas al coronavirus desde el comienzo de la pandemia, de acuerdo a balances oficiales.
Arabia Saudita intenta –al igual que otras monarquías del Golfo– diversificar su economía ultradependiente del petróleo y mejorar su imagen.
A finales de noviembre, la oenegé Human Rights Watch (HRW) instó a Justin Bieber, Jason Derulo y A$AP Rocky, que encabezaban el cartel de un recital en Yeda, en las orillas del mar Rojo, que «tomasen una posición pública» sobre las violaciones a los derechos humanos en el reino saudita.