Uno de los espacios con mayores probabilidades de contagio de COVID-19 es el transporte público, por ello desde de reapertura de operaciones del sector que se dio el 24 de agosto se establecieron medidas para prevenir contagios, medidas que al menos 7,000 buseros han incumplir y por ello han sido multados.
El Viceministerio de Transporte (VMT), estableció que todas las unidades debían portar alcohol gel para conductores y usuarios, no exceder la capacidad de las unidades, desinfecciones constantes, entre otras medidas.
Además, se orientó a los pasajeros a portar mascarilla, no comer mientras realizan su recorrido, no tocarse la cara, mantener la distancia y evitar, en la medida de lo posible, interacciones mientras se conducen en la unidad de transporte.
Sin embargo, a tres meses de la reapertura, las autoridades han detectado un relajamiento de las medidas de bioseguridad en este sector.
«Hemos podido notar como en el transporte colectivo, la gente ha venido perdiendo un poco el miedo de llenar nuevamente las unidades. Estos hacinamientos podrían contribuir a una mayor propagación de virus», advirtió el viceministro de Transporte, Saúl Castelar.
Ante esto, las autoridades han intensificado los controles de verificación en las unidades del transporte colectivo, dejando como resultado la imposición de más de 7,000 multas desde la reapertura de operaciones.
«Podemos poner multas por exceso de personas en una unidad, es una de las multas que estamos tratando de aplicar para tratar de hacer conciencia que no debemos de saturar las unidades», indicó Castelar.
Pese a que El Salvador se encuentra entre los países de la región con menores cifras de contagios de COVID-19, las autoridades advierten que un relajamiento de las medidas podría generar una nueva ola de contagios como ocurre en otros países.
En un rápido recorrido por San Salvador, se puede evidenciar que muy pocos motoristas o sus ayudantes ofrecen alcohol gel a los pasajeros o que muchos pasajeros viajan sin portar mascarillas, o van comiendo al interior de los buses, a pesar que estas dos últimas cosas son prohibidas por las autoridades sanitarias y responsabilidad de los buseros el verificarlas.