El ministro de la Defensa, René Merino Monroy, afirmó ayer que los criminales que permanecerán en el Cecot no son presuntos pandilleros, sino terroristas con un nivel de delincuencia comprobada.
Esta megacárcel mantendrá alejados a los delincuentes de la población, ya que está aislada de zonas urbanas.
«Estas personas no fueron obligadas a hacer lo que hicieron, la gran mayoría estaba orgullosa de lo que era y lo que hacía. A ellos les gustaba mostrar sus señas e intimidar a la población. Hay una gran cantidad de asesinatos cometidos por terroristas sin compasión alguna», explicó Merino Monroy.
El ministro de la Defensa sentenció el final del control de las pandillas en El Salvador que por más de tres décadas mantuvieron en zozobra a la población honrada, y aseguró que esta vez es el Gobierno el que dirige al país, y no los terroristas, «como en administraciones pasadas».
El alto jefe castrense afirmó que el régimen de excepción potenció la efectividad del Plan Control Territorial, ya que de los 312 días sin homicidios registrados durante la administración del presidente Nayib Bukele se contabilizaron 204 en dicho estado.
El Cecot fue construido en el marco del Plan Control Territorial, la estrategia de seguridad que desde 2019 ha logrado una reducción sostenible e histórica de asesinatos, además de la disminución de otros delitos de alto impacto que por décadas agobiaron a la población honrada.