El primer roud pintó los colores de Metapán. Cementeros concretaron la victoria en un misil de Byron López y la capacidad obrera para levantar muros y poner cerrojos, contra eso se estrelló un Chalatenango valiente y desbocado de principio a fin.
Fuen un gran duelo. En los minutos previos, los estrategas Omar Mejía y Erick Dowson Prado, viejos conocidos (ambos coincidieron como jugadores en Metapán), se dieron un amistoso y respetuoso saludo, pero toda vez sus pupilos se pararon sobre el césped del Calero Suárez, lo que se vino fue una batalla campal en pos de la pelota.
Los alacranes salieron a atenazar y ahogar a los jaguares en su propia parcela y eso generó un duelo vertiginoso y cargado de adrenalina: los norteños se plantaron en plan de tumba paredes y los anfitriones se concentraron en levantar barricadas y repellar con cemento para evitar la se les cayera el muro a los primeros almadanazos.
Bajo esa dinámica se disputó el primer cuarto de hora y no fue sino hasta el 20′, que los cementeros, por la vía del tiro libre, consiguieron replicar en ofensiva y lograr un respiro al constante accedio al que los sometieron los morados, pero que al mismo tiempo fue improductivo.
La mayor dosis de veneno que alacranes mostraron en este lapso fue una incursión de Denis Pineda por izquierda y un balón que sacó Raúl Renderos en la línea de gol después de un tiro cruzado de Héctor Renteria a los 22 minutos.
Tras ese susto, Metapán comenzó a sacudirse el dominio y sin esforzarse tanto se encontró con la celebración. Subió Byron López por derecha y se tuvo tanta fe que sacó un riflazo que dejó para la foto al experimentado guardameta Henry Hernández. Para entonces el crono cruzaba la media hora y en adelante el duelo se mantuvo parejo hasta la bajada del telón para la pausa. En el complemento los anfitriones pusieron cerraduras a los zaguanes y Chalate no encontró la llave.