El arte sacro busca venerar lo divino. Se puede encontrar en el budismo o en la religión musulmana, y en el caso de El Salvador, un ferviente católico se perfila como su principal representante.
Marco Ventura, residente en Ciudad Delgado, pinta pasajes bíblicos desde 2011.
Señala que su profesión académica es el periodismo, pero su vocación natural es la pintura, la cual descubrió en su niñez, pero a la que se dedicó por completo hace un par de años.
«La vida a uno le va dando experiencias, algunas son amargas. Esas experiencias le hacen reflexionar y le dan pautas de cambio, las cuales tienen que expresarse en testimonio, pero también hay que hacer uso de aquellos dones naturales. Entonces, dije, voy a canalizar esos cambios reflexionando los temas bíblicos por medio del arte», cuenta.
A la fecha, Marco ha creado 15 pinturas sin nombre específico, y lo deja a discreción y libertad del espectador, puesto que los conocimientos previos sobre la Biblia y los hechos actuales sirven de base para asignar un título personal a cada obra, dice.
Afirma que en sus pinturas va parte de la inspiración divina combinada con su imaginación. No solo son versículos bíblicos, ya que dentro de su colección posee un par de obras que, si bien van enfocadas al cristianismo, también son de carácter surrealista.
«El surrealismo es un tema donde las imágenes jamás podrían existir como se ven […]. Si el arte no hace ese tipo de surrealismo, no se logra configurar la temática del cuadro», agrega.
Una de esas pinturas nació durante el confinamiento. «Recuerde que el arte es polisémico y a cada quien le va a generar en su cerebro un significado, una semántica», añade.
Esta obra incluye al presidente de la república, Nayib Bukele, rodeado de figuras como san Óscar Arnulfo Romero y la Trinidad: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El taller y galería de Marco es un rincón improvisado dentro de su casa, donde se pasa horas dando vida y color a los lienzos.