Microsoft, que comercializa la consola Xbox, anunció en enero la adquisición del editor estadounidense Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares, pero el proyecto está en el punto de mira de las autoridades de competencia de Estados Unidos y Europa.
Los reguladores temen que la adquisición permita a Microsoft cerrar el acceso a los videojuegos de Activision Blizzard en las plataformas de la competencia.
Aparte de «Call of Duty», el editor desarrolló juegos sumamente populares como «World of Warcraft» o «Candy Crush».
«Microsoft quiere ofrecer más juegos a más gente, elijan como elijan jugar», se defendió el miércoles en Twitter Phil Spencer, responsable de la división de juegos del gigante estadounidense.
«Microsoft se comprometió a proporcionar Call of Duty a Nintendo durante diez años tras la fusión de Microsoft y Activision Blizzard King», añadió.
Para Serkan Toto, de la empresa de análisis Kantan Games en Tokyo, el anuncio es un claro «golpe de publicidad» por el momento en que se produce.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, autoridad que supervisa la seguridad de los consumidores, examinará la adquisición el jueves, informaron varios medios.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, abrió por su partes una investigación sobre la operación a principios de noviembre. También lo ha hecho el organismo británico de defensa de la competencia.