Decenas de miles de migrantes están en situación de «vulnerabilidad extrema», hacinados y sin servicios médicos en dos localidades del sur y norte de México, alertó este lunes la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).
Un comunicado de la ONG advierte que el deterioro de la situación de los migrantes es resultado de las continuas deportaciones desde Estados Unidos y del «fracaso» de las políticas de asilo de México.
MSF ubica dos grandes concentraciones, en la sureña ciudad de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala y paso obligado de migrantes, y en Reynosa (noreste), fronteriza con Estados Unidos.
La organización denuncia «las condiciones de hacinamiento y falta de acceso a servicios médicos y sociales que sufren estas comunidades tanto en el norte como en el sur del país», señala el comunicado.
En Tapachula, donde según autoridades habría unos 40.000 migrantes, MSF ha desplegado un equipo de emergencia para «proporcionar asistencia médica, psicológica y de trabajo social».
«Estas personas se encuentran con pocas alternativas de albergue, hacinadas o en situación de calle con condiciones sanitarias precarias y riesgo de contagio por la COVID-19», afirmó Christoph Jankhöfer, coordinador del proyecto de migrantes de MSF en México.
En Reynosa, MSF señala hay unas 2.000 personas, sobre todo centroamericanos, que viven en carpas a unos 200 metros de la frontera, expuestas a altas temperaturas, sin acceso adecuado a servicios básicos y en grave riesgo de seguridad.
Distintas organizaciones han advertido sobre el deterioro de la situación de los migrantes en México luego que, en la última semana, la Guardia Nacional y policías detuvieran el paso de cuatro caravanas que salieron desde Tapachula buscando llegar a Estados Unidos.
Activistas y agencias de Naciones Unidas que los acompañan denunciaron el uso excesivo de la fuerza por parte de elementos de seguridad mexicanos. El Instituto Nacional de Migración suspendió a dos agentes la semana pasada por haber golpeado a un migrante.
Los migrantes, que huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen, buscan llegar a Estados Unidos para pedir refugio.
Tras el ascenso del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca se ha multiplicado el número de personas que intentan cruzar ilegalmente desde México.