Desde marzo de este año, el Gobierno salvadoreño ha mantenido vigente un paquete de medidas para reducir el efecto ocasionado por las crisis internacionales. Una de esas iniciativas consiste en la eliminación de aranceles de importación a 20 productos de la canasta básica como cereales, aceites, manteca, azúcar, harina de trigo, frutas y verduras.
Sumado a ello, hace unos días se aprobó en la Asamblea Legislativa una propuesta de ley para eliminar por un año los aranceles para facilitar y garantizar la importación de carne a El Salvador.
«Ahora ya son 21 productos a los que se les elimina el impuesto de importación, y esperamos que con ello existan más opciones de donde importar estos productos. También, con ello aseguramos que no exista desabastecimiento y se logren estabilizar los precios», explicó la ministra de Economía, María Luisa Hayem.
Hayem subrayó la importancia de esta última medida, puesto que El Salvador importa cerca del 84 % de la carne que consume. Actualmente, Nicaragua es uno de los países a los que más se compra este alimento, pero ahora, según la funcionaria, se abren las oportunidades para poder importar de países como Argentina, Uruguay y Canadá.
«Esta carne ha tenido un arancel que llega hasta el 30 %, un porcentaje que antes se cobraba y que ahora se elimina. También se eliminan los trámites que pueden tomar mucho tiempo para importar productos de esta naturaleza», agregó.
Pese a que se han facilitado los trámites para movilizar carne y otros 20 artículos alimenticios, las revisiones higiénicas y los procesos legales se mantienen, explicó la titular del Ministerio de Economía (Minec).
«La carne que se importa es igual o de una calidad superior a la que consume el salvadoreño en la actualidad. La Dirección General de Aduanas tiene una directriz para poder realizar una verificación en este tipo de importaciones, y se trabaja de la mano con el Ministerio de Agricultura (MAG)», señaló.
Asimismo, se mantiene una vigilancia permanente en conjunto con la Defensoría del Consumidor (DC) para asegurar que todos los beneficios lleguen a la población final. No solo en el sector de alimentos, sino también en los subsidios al gas propano y a la gasolina.
Por otro lado, Hayem mencionó que han mantenido acercamientos con el sector panificador, que también ha resultado afectado por la inflación y los incrementos en su materia prima. Afirmó que han mantenido conversaciones con la asociación de panificadores y directamente con los productores.
A la fecha, 1,281 panificadores están registrados en su base de datos, quienes mensualmente se benefician con un subsidio a 4 cilindros de gas. Pero se está trabajando para agregar a más miembros del sector en la lista.