Más de medio millón de árboles fueron plantados por voluntarios y personal del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en al menos 15 áreas de conservación natural, las cuales forman parte del sistema de áreas naturales protegidas.
En total, fueron sembrados 557,390 árboles de diferentes especies. Esta siembra forma parte del programa Árboles para El Salvador. Para alcanzar dicha cantidad, se llevaron a cabo cerca de 100 eventos de reforestación, en los que participaron 1,250 voluntarios y se recibieron solicitudes de más de 193 instituciones que querían participar en la campaña.
De acuerdo con Miguel Gallardo, director general de Ecosistemas y Biodiversidad del MARN, la reforestación es un concepto permanente, ya que los árboles necesitan una supervisión, cuido y mantenimiento durante su crecimiento.
Antes de la siembra se hicieron otras actividades como seleccionar las semillas, recolectarlas y construir los viveros. Algunas de las instituciones que participaron fueron universidades y centros educativos, la Fuerza Armada, el Fovial, alcaldías y la Policía.
Según Gallardo, se siembran especies nativas, en su mayoría, ya que ayudan a la infiltración, y en peligro de extinción, como el cedro, la caoba y la ceiba. Asimismo, se plantan árboles frutales, los cuales generan servicios ecosistémicos como la cobertura boscosa, la cual es importante para la vida silvestre.
Con el programa de reforestación se busca sembrar en zonas de recarga hídrica, que son espacios donde hay mantos acuíferos, que se refiere a las reservas de agua subterránea.
«Estas zonas funcionan como cisternas gigantes, y sus zonas de recarga son cuencas arriba de donde están los reservorios. Dentro de esas zonas existen las de alta recarga y las de menos recarga. Una de las prioridades es reforestar donde hay alta recarga», dijo Gallardo, y añadió que otra de las metas de estas reforestaciones es sembrar en las riberas de los ríos, ya que esto ayuda a asegurar la recarga hídrica y a retener todos los nutrientes en el suelo.
«La característica más importante de esta campaña es que estamos comprometidos a recuperar el recurso hídrico. La siembra en recarga hídrica es primordial», expresó Gallardo.
En esta siembra también colaboró personal del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL). Además, se reforestaron zonas afectadas por incendios forestales.
Una de las últimas reforestaciones fue en el área natural protegida (ANP) Complejo El Playón, en septiembre pasado, donde se plantaron especies como leucaena, chaquiro, madre cacao, flor blanco y aceitunos.
Esta ANP es una de las zonas de recarga hídrica más grande del país y tiene 1,612.44 hectáreas, de las que el 60 %, aproximadamente, es colada volcánica. «Estas nuevas generaciones tienen claro que nuestras decisiones tienen consecuencias y que estamos más dispuestos a invertir en las generaciones futuras.
Con el cambio climático y la inseguridad alimentaria, tenemos que apostarle a dar los primeros pasos. Invitamos a la población a que tomen la conciencia con la naturaleza y se involucren en las campañas de reforestación», añadió Gallardo.