Cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial contra la Neumonía, una infección que genera inflamación a nivel pulmonar que impide el correcto intercambio gaseoso y que puede generar un aumento de líquido en los pulmones, abscesos, hospitalización y hasta la muerte.
En El Salvador, a pesar de la pandemia por la COVID-19, las acciones preventivas del Gobierno del presidente Nayib Bukele han logrado mantener los casos de esta enfermedad en una zona de seguridad.
Durante el período de la pandemia por la COVID-19, hubo incremento en las infecciones respiratorias agudas no solo en el país, sino a escala mundial; no obstante, en el caso salvadoreño se han reducido.
«Se tuvo un incremento en las enfermedades respiratorias agudas, se ha estado reforzando la estrategia de vacunación para la influenza a escala nacional, con lo cual se sigue dando esa cobertura. Estamos en la zona de éxito. En el marco de las neumonías, estamos en una zona de seguridad y estamos por avanzar a una zona de éxito, que es tan importante», destacó recientemente el ministro de Salud, Francisco Alabi.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía puede suceder en cualquier momento de la vida; sin embargo, es más grave en niños menores de cinco años, en adultos mayores de 65 años y en personas con un sistema inmune débil u otros padecimientos.
«Debido a la pandemia por COVID-19, las coberturas han reducido; sin embargo, instamos a los padres de familia y a la población en general a acudir a los centros de salud a vacunarse contra la neumonía, incluida la neumocócica, con el fin de que puedan producir anticuerpos, fortalecer el sistema inmune y evitar complicaciones e inclusive un posible rebrote de esta enfermedad», enfatizó Marco Vinicio Salazar, gerente médico de Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC).
Las vacunas contra la influenza, el neumococo y la COVID-19 pueden prevenir las neumonías que se generan a partir de estas enfermedades.
El Salvador tiene activa la vacunación contra estos padecimientos a escala nacional, lo que otorga a las personas vulnerables la debida protección contra los efectos negativos de estas afecciones. La neumonía bacteriana por neumococo es la más común entre los grupos de edad más vulnerables; en este caso, niños y adultos mayores.
Su transmisión es por contacto directo o con las secreciones de la persona infectada con la bacteria. Ante la presencia de síntomas como dolor en el pecho al respirar o toser, fiebre, transpiración y escalofríos, tos con flema, fatiga y dificultad para respirar, náuseas, vómitos o diarrea, desorientación y temperatura corporal más baja de lo normal, en el caso de los mayores de 65 años, deben consultar oportunamente en el establecimiento de salud más cercano.
El uso de la mascarilla reduce el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias, entre las que está la COVID19; asimismo, practicar buenos hábitos de higiene como el lavado de manos permite reducir riesgos.