El programa Modalidades Flexibles tiene como objetivo ofrecer oportunidades de aprendizaje adaptadas al contexto actual por la COVID-19. Es por ello que una de sus grandes opciones para este año es la formación en bachillerato virtual, la cual es una modalidad completamente digital y los estudiantes pueden formarse con mayor flexibilidad de tiempo.
Para ingresar a dicha modalidad, uno de los principales requisitos es tener sobreedad, es decir, dos años más de la edad escolar asignada, pues con esto se permite el ingreso de personas que ya no tienen la edad para el sistema de educación regular.
«Para acceder y hacer prematrícula pueden hacerlo hasta febrero. Es totalmente gratuito, solo deben tener conectividad, sobreedad y que sepan manejar herramientas tecnológicas», comentó Gloria Évelyn Hernández, directora nacional de Educación de Jóvenes y Adultos.
El bachillerato virtual es una de las modalidades que más se adecuan a la educación en el contexto de la pandemia por la COVID-19, ya que permite el desarrollo de habilidades tecnológicas y la interacción se lleva a cabo de forma virtual, sin riesgo de contagio.
Si los estudiantes están interesados, pueden ingresar al sitio bachilleratovirtual.ufg.edu.sv y completar el formulario de prematrícula con la información personal y los medios de contacto. Mediante los datos que se brinden, se pondrán en contacto para establecer los tiempos de inscripción.
DIGITALIZACIÓN
Además del bachillerato virtual, el programa trabaja en la digitalización de pruebas, como la de suficiencia que se está virtualizando en la misma plataforma donde se desarrolló la prueba AVANZO.
En ese sentido, el primer trimestre de 2021 se iniciará de forma virtual y se mantendrá la oferta con la estrategia multimodal para la educación acelerada, semipresencial, a distancia y nocturna.
«El primer trimestre será de recuperación, y los indicadores de logro con déficit se van a reforzar hasta que logren la competencia. Esto forma parte de la misma naturaleza de la modalidad, que es flexible y con apertura», comentó Hernández.
Sin embargo, durante 2020, el Programa de Alfabetización fue uno de los que más desafíos presentó durante su implementación, pues con la pandemia no se podía ir a las comunidades y hacer promoción. También se vio suspendido el servicio social estudiantil que apoyaba dicho programa.
Fue por ello que la estrategia de respuesta fue repartir a los estudiantes sus módulos de autoestudio impresos y cuadernillos, y se aprovecharon las capacidades instaladas que ya tenían, como el uso de plataformas virtuales.
«Cuando vino la pandemia, solo nocturna y acelerada eran las que estaban presenciales, pero los profesores trabajan la metodología del aula invertida, tenían grupos de chat donde se enviaba material; además, contaban con sus aulas virtuales», dijo Hernández.
Un problema que identificaron fue que algunos estudiantes que eran padres de familia priorizaron el estudio de sus hijos y se ausentaron de sus propios procesos académicos, es por ello que este año continuarán trabajando en la nivelación de dichos estudiantes.
Por su parte, los docentes tutores recibieron la formación en Google Classroom y aplicaron un manual de herramientas tecnológicas. Tuvieron acceso a varias plataformas y se capacitó durante un mes a más de 500 docentes para garantizar mejor ayuda a los jóvenes.
«Hicieron estrategias novedosas como los grupos R de 5, que designaban a un joven responsable de un grupo de cinco y se mantenía pendiente de sus compañeros.
Si el docente no podía contactarlos, estaban los jóvenes», destacó Hernández. Es debido a estos esfuerzos que en 2020 el programa Modalidades Flexibles concluyó con números positivos, pues cerca de 25,000 estudiantes estuvieron inscritos, de séptimo a primer año de bachillerato, y el 90 % de los estudiantes inscritos en matrícula inicial concluyó el año académico.