Por unas horas los bates y las pelotas del Saturnino Bengoa cambiaron por aplausos y descarga de buena música mexicana, con las presentaciones de Molotov y Café Tacvba, en el último gran show internacional de rock de este 2023.
Ambas bandas dejaron todo sobre el escenario demostrando su vigencia a pesar de tres décadas musicales en sus espaldas. Se escuchó así una diversidad de ritmos, funk punk, rap rock, nu metal, pop rock, punk rock, garage rock, y rock alternativo. Para todos los gustos.
Irreverentes
Los primeros en salir fueron los muchachos de Molotov, que se repitió con otro concierto en el país tras el realizado en febrero pasado. Nada cambió: su tradicional música de protesta alternando con diferentes ritmos hicieron vibrar a todos los asistentes.
«Amateur», «Heat Me», «Puto», «Frijolero», entre otras, fueron parte del repertorio de la banda surgida en el año 1995.
Los recientes ganadores del Grammy Latino, al mejor álbum de rock, por su séptimo disco «Solo d’lira», complacieron de principio a fin con su amplio repertorio. Además, regalaron un gran momento cuando interpretaron «Gimme the Power» junto a Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba.
Folclore
Luego llegó el turno de Café Tacvba, que hizo gala de sus tradicionales canciones con las que se hizo un lugar destacado dentro del rock latinoamericano.
Sonaron «Eres», «Las Flores», «Como te extraño mi amor», «Quiero Ver», «Déjate Caer» y otras más.
Café Tacvba demostró que, a pesar del tiempo, es una de las bandas más innovadoras con su música, con arreglos de todo tipo que son capaces de viajar desde el rock clásico hasta el más refinado sonido británico y hasta experimental, según lo que pudo escucharse en su espectáculo para los salvadoreños, la noche del pasado sábado.
«Estamos agradecidos de volver después de tantos años a El Salvador. Muchachos traigo un dolor intenso de pecho, tuve una sobredosis de pupusas, que ricas. Los extrañábamos», dijo el siempre carismático Rubén Albarrán, vocalista fundador de la agrupación.
Y es que la energía de Albarrán sobre el escenario contagió a los asistentes, quienes disfrutaron al máximo de parte de los mejores éxitos de los Tacvba, que se despidieron alzando la bandera de El Salvador entre una lluvia de aplausos y una luna llena como espectadora de lujo.