Cuando suena el silbato, Tomás Granitto sabe cuál es su misión: ser el eje de Club Deportivo FAS, y la pieza en la que el equipo edificará su juego. Pero, cada partido también recuerda una meta mayor, una ambición en su carrera y el verdadero motivo que lo trajo de vuelta a El Salvador: romper la maldición de más de diez años que tiene el equipo santaneco sin levantar la tan ansiada “18” y demostrar que aún es «El Rey de Copas» de El Salvador.
Granitto fue parte importante del talentoso grupo de jóvenes salvadoreños que integraron la Selección de El Salvador que disputó la Copa del Mundo Sub 20 de Turquía, en 2013. En ese torneo, la Selecta escribió una página histórica al lograr el primer triunfo en competiciones mundiales juveniles y el segundo de un combinado nacional en copas del mundo, venciendo 2-1 a Australia con goles de Diego Coca y José «El Puma» Peña.
Desde entonces, Granitto se hizo un nombre en el mundo del fútbol como un volante central de toque fino, salida rápida de balón y buen criterio para la construcción de juego. Tras el mundial Sub20, el salvadoreño de raíces argentinas tuvo un fugaz paso por Luis Ángel Firpo, para luego viajar a Estados Unidos y Canadá, donde ha hecho la mayor parte de su carrera, hasta ahora, que ha regresado a El Salvador con los colores de Club Deportivo FAS.
Comencemos con algo básico, ¿quién es Tomás Granitto?
Tomás Granitto es simplemente alguien que le encanta jugar al fútbol, que siente mucho el deporte desde chiquito. Soy un chico muy natural, tranquilo, de perfil bajo, que ama lo que hace y siempre tuvo una pasión grande por el fútbol. Siempre he seguido el fútbol salvadoreño y, ahora, estar acá en un equipo grande como el FAS es algo muy lindo. Estoy aprovechando y disfrutando esta oportunidad. Estoy en un momento muy positivo en mi vida y mi carrera.
¿Desde qué momento decidiste dedicarte al fútbol?
Fue desde pequeño, desde que me puedo acordar. Mi familia es argentina, así que siempre mis papás y mis tíos, me regalaban cosas de fútbol. Mi papá trabajó toda la vida con academias y yo terminé jugando al fútbol porque siempre fue lo que más me gustó.
Decís que seguías el fútbol salvadoreño desde pequeño, pero ¿qué te llevó a decidirte por jugar de nuevo en El Salvador?
Yo nací acá en El Salvador y viví hasta los cinco años acá. Tengo algunos recuerdos, muy pocos, pero siempre me sentí identificado como un salvadoreño. Cuando tenía 18 años, yo estaba en la Sub18 y Sub20 de Estados Unidos y fue cuando El Salvador va al mundial Sub20. Ahí se dio la oportunidad. Tuve contacto con la federación y el cuerpo técnico y mostré mi deseo y mi decisión de jugar para El Salvador. Me siento muy identificado con la pasión que hay por el fútbol acá en el país y el amor que tienen por la Selección.
¿No pensaste en ese momento que era mejor para tu carrera decidirte por Argentina o por Estados Unidos?
Tenía 18 o 19 años y nunca había tenido un acercamiento con las selecciones juveniles de El Salvador. Siempre tuve en mi cabeza el deseo de tener una oportunidad, pero, como nunca hubo un contacto o comunicación con la federación, pensé que esa oportunidad no llegaría. Al no ver esa puerta abierta y como de Estados Unidos me llamaban para campamentos y microciclos, siempre me vi más cercano a esa puerta. Pero, cuando surgió la posibilidad de jugar para El Salvador, no lo dudé. Me contactaron y no dudé en tomar la decisión.
Con la Selecta fuiste parte de una gran generación Sub20. ¿Qué significó para vos jugar el mundial de Turquía con la azul y blanco?
Fue increíble. Tuvimos como tres meses de preparación acá antes de irnos de gira. Fueron tres meses fuertes de entrenamiento y mucho sacrificio, pero siempre en mi cabeza me decía que, para estar en el equipo, tenía que hacer un esfuerzo grande. No fue fácil, pero valió la pena. Era la oportunidad de jugar un mundial y eso no se vive todos los días. Estar en un mundial representando a El Salvador fue increíble y más ganándole a Australia y ser titular en ese partido. Estar en la primera victoria que tuvimos es algo que no voy a olvidar. Sabíamos que teníamos a todo el país atrás de nosotros y esa victoria fue increíble.
Después de esa etapa y tras un breve paso en Firpo, hiciste tu carrera en Norteamérica. Ahora, has regresado a FAS. ¿Qué significa para vos esta nueva experiencia de jugar en El Salvador?
Esta experiencia es muy buena. Cuando me contactó la junta directiva y el cuerpo técnico me hablaron del proyecto y las metas que tienen y sentí que es algo de lo que quiero participar. Están armando un gran grupo de jugadores. Trajeron jugadores muy buenos, así que decidí tomarlo sin pensarlo. Hice todo lo posible para que se pudiera lograr el contrato y que se armara todo. Estoy acá por mi deseo de salir campeón con FAS. Dejé todo en Estados Unidos para salir campeón con FAS y romper esa racha de más de 10 años sin título. Esa es la motivación más grande que tengo de estar acá. Me contactaron varios equipos antes que FAS, pero, en el fondo, siempre quise venir a FAS.
Pero, FAS es un equipo que tiene mucho tiempo de no levantar un título y se vive una presión enorme por romper esa racha…
Pero justo eso, lo que decís, es mi motivación: romper esa racha. Haciendo eso uno hace historia con lo grande que es FAS, con la gran afición que tiene. La presión de romper esa racha fue una de las cosas que me motivó. Pude tomar otro camino más fácil, pero vine a FAS sabiendo que me estoy metiendo en lo grande que es este club. Salir campeón con FAS sería histórico y siento que puedo hacerlo con mis compañeros. Tengo el nivel para ayudar al equipo y romper esa racha. Estoy feliz de estar con FAS.
La afición que tenemos acá en FAS para mí es increíble. A pesar de la presión que meten y de que el equipo que no ha salido campeón tantos años, la gente sigue apoyando y estando en el estadio. Viste lo que pasó el jueves (partido contra Alianza), la gente estaba ahí, alentando, eso es increíble. Hay días que la gente no está contenta, pero eso es lo que significa estar en el FAS: cada partido tenés la obligación de ganar por lo grande que es el club a día de hoy e históricamente. La pasión que siente la gente acá por el fútbol es algo hermoso. Venir acá y jugar con el FAS me encanta.
Ahora que has tenido un mayor contacto con el fútbol salvadoreño, ¿cómo lo evaluás?
He tenido una experiencia jugando en la MLS y en Canadá y, evidentemente hay diferencias con El Salvador. Para mejorar el fútbol acá hay que desarrollarlo. Otra cosa son los campos, se necesitan campos de más calidad porque eso también ayuda al futbolista. Eso sería un paso importante en el desarrollo del fútbol, no solo en la Primera División, sino desde las academias. Algo positivo es que el jugador salvadoreño es muy técnico, sabe de fútbol, sabe cuidar la pelota, sabe jugar. Eso me atrae porque me siento parte de eso en mi estilo de juego acá y jugando acá me siento cómodo
Hablemos de tu estilo de juego. ¿Qué futbol le gusta desarrollar a Tomás Granitto?
Siempre jugar rápido, a uno o dos toques, para controlar el partido. Siempre tener la balanza en el medio campo, que es el soporte de todo el equipo. Me gusta repartir el balón, jugar rápido, apostarle a los cambios de frente y siempre con una buena pegada hacia el marco. Trato de jugar simple y jugar bien. Acá mucha gente me dice “El Toni Kroos salvadoreño”, no sé si es porque soy medio rubio o por el estilo de juego… espero que sea por mi estilo de juego ¡Ja ja ja!. Kroos es un jugador con el que me siento identificado, así que creo que sí, me siento como un “Toni Kroos salvadoreño”.
¿Tenés otros jugadores, aparte de Toni Kroos, a los que te guste seguir o tomar de referencia?
En su momento me gustaba seguir a Xabi Alonso y su estilo de juego. Modric también, aunque es más mixto, pero me parece un genio. Me encanta Enzo Pérez, jugador de River. Esos jugadores son los que miro, sigo y trato de aprender de ellos. Pero también me gusta descubrir y sacar el juego que yo sé jugar.
Sos parte de un equipo que ha armado la directiva de FAS junto a otros muy buenos jugadores. ¿Cómo ves al grupo?
Es un gran grupo. Me siento muy cómodo con mis compañeros. Los siento muy unidos. Tengo una gran relación con (Guillermo) Stradella, con el Gullit (Peña) nos llevamos muy bien también. Es un gran grupo de jugadores, de muchachos. Es un grupo de experiencia y de jóvenes, pero todos se llevan bien. Me siento cómodo con mis compañeros.
¿Cuál es el rival más difícil que has enfrentado en El Salvador hasta el momento?
El Alianza, definitivamente. Jugamos una vez contra ellos, pero es un partido que siempre va a ser complicado y tenés esa presión. Pero firmé por FAS para estar en estos partidos y jugar contra los mejores equipos de acá. Esa es una de las razones por las que vine acá.
Ahora que estás acá en el país, ¿te ves regresando a la Selecta?
Siempre. En mi cabeza está la Selección. Estaría dispuesto a volver a vestir la camiseta de la azul y blanco. Cuando he sido convocado ha sido un gran orgullo y uno trabaja todos los días para tener esa oportunidad y seguir mejorando. Siempre voy a estar disponible para la selección.