Aunque siempre había estado relacionada con la agricultura, Beatriz Gálvez, residente del cantón San Sebastián Las Iguanas, en Chalchuapa, nunca se había metido de lleno a la producción agrícola, ya que debía cumplir con obligaciones domésticas en su hogar.
Pero luego de conocer e involucrarse en el proyecto Mujeres Alfa de Chalchuapa, en menos de un año ya cosecha sus propias legumbres, las cuales sirven para el consumo familiar y le alcanzan para venderles a mejor precio a otras familias del cantón.
Gálvez es una de las 65 mujeres del cantón que se inscribieron en el programa de agricultura desarrollado en la Escuela de Capacitación Agrícola (ECA) de Ciudad Mujer Santa Ana, gestionado por Mujeres Alfa, donde obtuvo los conocimientos que ahora le permiten preparar la segunda cosecha de rábanos y pepinos, que espera tener lista para la temporada navideña.
«Esta es una experiencia muy bonita porque ya estamos cosechando, ya salimos a vender la primera cosecha y tener una ganancia ya es mejor. Hemos tenido buena experiencia con las cosechas de rábanos y pepinos, porque los costos son menores y se pueden vender aquí mismo, en la comunidad, con precios más cómodos», señala la agricultora.
Señaló que conoció el proyecto Mujeres Alfa porque la representante de la iniciativa reunió a varias mujeres de la comunidad para explicarles sobre las oportunidades que tendrían. Recuerda que no lo pensó dos veces y se sumó, principalmente para conocer más de la agricultura.
Con la bomba fumigadora en hombros, Gálvez recorre la parcela donde tiene sembrados rábanos y pepinos, la cual también limpia a fuerza de azadón, todo para poder cosechar los frutos que posteriormente venderá con los vecinos de su misma comunidad, que ya no tienen que ir hasta el mercado de Chalchuapa para abastecerse de legumbres.
Apoyada por Dina Martínez, otra mujer parte del proyecto, la productora señala que, además de continuar especializándose y capacitándose en la agricultura a través de los proyectos con Mujeres Alfa, espera incorporar nuevos cultivos en su producción y compartir su experiencia con otras mujeres de la localidad.
Gálvez sostiene que involucrarse en el proyecto de Mujeres Alfa le ha permitido montar su emprendimiento para obtener ingresos a través de la venta de legumbres, pero también obtener otros conocimientos que le han ayudado a desarrollarse como mujer.