El nuevo tratado de libre comercio con la República Popular de China permitirá a los productores nacionales duplicar la cantidad de potenciales consumidores de productos salvadoreños. El sector empresarial ha reaccionado positivamente al anuncio que el 9 de noviembre hizo el presidente Nayib Bukele con la embajadora china en el país, Ou Jianhong, sobre el inicio de las negociaciones entre los dos países para tener firmado el acuerdo comercial «lo más pronto posible».
En la actualidad, de acuerdo con datos del Ministerio de Economía, El Salvador tiene acuerdos comerciales con 12 países, que le dan acceso a unos 1,200 millones de potenciales consumidores. Al concretar la firma con la República Popular de China se tendrá acceso a su mercado de 1,400 millones de consumidores. Es decir, se duplica la cantidad de potenciales consumidores de productos salvadoreños, aumentando las posibilidades de negocios de las empresas nacionales y mejorando sus expectativas de crecimiento para hacerle frente a la demanda.
Los empresarios y compañías nacionales lo han tomado como un reto, como una oportunidad enorme para fortalecer sus capacidades productivas. Esto es una buena noticia, porque mayor producción implica más inversión y más oportunidades de trabajo a través del aumento de la exportación de productos.
El Salvador ya tiene varios rubros competitivos en las exportaciones, pero en las negociaciones se tomará en cuenta también otras áreas para fortalecerlas. Así, de entrada, los productores de café y azúcar tienen amplificados sus mercados al tener acceso a China. Sin embargo, también se abren oportunidades para los productores de camarón y de carne de cerdo, dos alimentos muy apetecidos en el mercado chino.
También se buscará mejorar las oportunidades de los productores nacionales en las áreas de textiles, plásticos, papel y fibras sintéticas, reconociendo las asimetrías de los mercados.
El Salvador tiene a la vista los TLC que la República Popular de China ha firmado con otras naciones latinoamericanas, para aprender de sus experiencias y sacar el máximo provecho. Así, no solo se trata de impulsar las exportaciones, que es una excelente estrategia de crecimiento económico, sino también de atraer inversiones extranjeras que aprovechen las posibilidades de exportar a China.
La apertura de la economía salvadoreña parte de la política lanzada por el presidente Bukele de que queremos comerciar y hacer negocios con otros países dentro del marco del respeto a la soberanía nacional.