Durante la reunión que el presidente de la república, Nayib Bukele, sostuvo el sábado pasado por la noche con el Gabinete de Seguridad, en la que también estuvo presente la recién electa procuradora de Derechos Humanos, Raquel de Guevara, el mandatario hizo en énfasis en la importancia de dar prioridad a la defensa de los derechos de la población honrada, contrario a lo ocurrido en administraciones anteriores cuando se veló más por los derechos de los criminales.
«Lo que ningún procurador ha hecho antes es defender los derechos humanos de la gente honrada, como que todo el enfoque de derechos humanos internacional, incluso el de las ONG, está en los derechos de los delincuentes, que tienen derechos, nadie ha dicho que no los tienen, pero ¿por qué el enfoque es siempre en los derechos de los delincuentes y a nadie le importan los de la gran mayoría de la población honrada?», expresó el mandatario.
Agregó que durante 30 años salvadoreños fueron acribillados, asesinados, violados, extorsionados amenazados y los procuradores de derechos humanos no trabajaron por esas víctimas. El presidente recalcó que, durante el régimen de excepción, las personas que no tienen sus derechos restringidos son las personas honradas, a diferencia de los que cometen delitos «que no tienen derecho a la actividad económica, no tienen derecho a la libertad por sus crímenes, enfatizó.
«Entonces si se pueden restringir algunos derechos humanos tan fundamentales como el derecho a la vida en el caso de países que tienen pena de muerte, ¿por qué en el caso de los países pobres o de los países en vías de desarrollo en el tercer mundo están exigiendo que los delincuentes deben de tener derechos?, pero cuando hablamos de los derechos de la población todo el mundo se queda callado», cuestionó Bukele.
Raquel de Guevara fue electa como procuradora general de Derechos Humanos en El Salvador por la Asamblea Legislativa durante la sesión plenaria desarrollada el pasado viernes. Esta es la segunda vez que de Guevara será la titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), ocupando el lugar dejado por Apolonio Tobar.