Cada dos años, en Florencia, Italia, se convocan artistas visuales de diferentes ramas, pintura, fotografía, escultura y arte digital, entre otras. Desde allá se planta un escenario de lo más actual del arte contemporáneo en el que participan sus creadores.
Este año, en la Bienal de Arte Contemporáneo de Florencia 2021, el artista y pintor salvadoreño Nahúm Nuila participó por segunda ocasión. En 2019 fue su primera vez.
En esta ocasión fue el único exponente de bandera salvadoreña en la fiesta artística que convocó a más 450 expositores, de más de 65 países, para un resultado de más de 1,000 obras presentadas a finales de octubre.
Después de subir y bajar las más de 400 gradas que conducen al majestuoso campanario de la catedral de Santa Marí del Fiore o «el duomo de Florencia», Nahúm tuvo una conversación con «Diario El Salvador» sobre su experiencia artística en Italia.
«Para mí ha sido extraordinario por la experiencia en cuanto a conocer a personas, a artistas, muy importantes de talla internacional, los cuales serán clave en mi carrera artística internacional».
Agregó que para un artista como él, Italia se convierte en un pivote para ser más conocido en el ámbito internacional.
Entre los intercambios artísticos que más destaca Nahúm en la bienal ha sido con el artista Rossano B. Maniscalchi, con quien ya se encuentra conversando para hacer proyectos en conjunto y para proyectar las obras del salvadoreño a nivel internacional.
Indicó que pese a que la invitación le llegó cuando la convocatoria estaba por cerrar, lo que le impidió competir, el esfuerzo que hizo con apoyo del Ministerio de Cultura y del Banco de Desarrollo de El Salvador, sí le permitieron que hubiera una bandera de El Salvador en el prestigioso certamen.
Nuila tuvo la oportunidad de contar un espacio para colocar no tres cuadros, como en un principio se le había asignado, sino cuatro de sus piezas.
«Tuve la suerte, lo digo así, pero yo pienso que fue Dios quien me ayudó, y al final conté con un espacio para cuatro cuadros. Iba a traer solo tres, pero algo me dijo que trajera los cuatro. Las reacciones del público han sido variadas, a unos les gusta más “Monna Lisa magnificate”; a otros les gustó más “Punto de vista 1” y “Punto de vista 2”», dijo.
Los cuadros de Nuila
El tema de esta bienal era «Eterno Femenino-Cambio eterno. Conceptos de feminidad en la actualidad», y a esto atendieron dos de las piezas que el salvadoreño presentó en Florencia.
El primero, combina acrílico y oleo también, aunque Nahúm se denomina más «acrilista», es la «Monna Lisa magnificate», esta es una representación de lo que ha sucedido en el tiempo con la pintura original de Leonardo da Vinci también conocida como «La Gioconda», que ha ido creciendo y volviéndose en un ícono de la cultura universal para todos los tiempos.
La obra en tonos morados y sus gradientes es a propósito y en concordancia con la representación de la femineidad.
El segundo cuadro fue «La elegida en la incógnita», que es la imagen de una mujer única, creativa; una mujer que es pura imaginación. La obra es a tres colores, en su mayoría blancos y negros y en el centro de la mujer unos círculos con destellos que tiran a amarillo. El impacto visual es inmediato.
Mientras que la tercera obra está compuesta por dos cuadros: «Punto de vista 1» y «Punto de vista 2», que «son dos cosas de lo mismo, son dos puntos de vista, aunque puede haber más puntos sobre una misma cosa, es una cuestión filosófica. Hablando adentro del cuadro, es un peón que simboliza el pueblo y allí se observa que hay dos hilos que están peleándose el peón, a la izquierda es de color rojo, y el otro es verde, y son las fuerzas políticas que se han venido peleando el poder, la izquierda y la derecha;. Esos encuentros que no son de manera amigable sino como enemigos, genera violencia, por eso está el hilo jalando hacia abajo como a la tumba. Como sucedió en el pasado en El Salvador», dijo Nuila.