«A mí ni se me pasó por la cabeza», indicó el papa en una larga entrevista difundida este miércoles por la radio española Cope. «¡Yo no sé de dónde han sacado la semana pasada que yo iba a presentar mi renuncia!», añadió.
«Siempre que un papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave», agregó, entre risas, precisando que se mantiene alejado de los rumores y que solo lee un diario italiano y nunca mira la televisión.
Al ser consultado sobre cómo se encontraba, el papa respondió sonriente que «todavía vivo» y rindió un homenaje particular a un enfermero italiano «de mucha experiencia».
«¡Me salvó la vida! Me dijo: ‘Usted tiene que operarse’. Había otras opiniones», como el uso de antibióticos, cuenta el sumo pontífice argentino, agregando que el enfermero le brindó explicaciones claras.
Francisco recordó que una enfermera ya le había salvado la vida una vez en 1957 en Argentina, al duplicar la cantidad de antibióticos que le había recetado su propio jefe para tratar una infección grave en los pulmones.
El papa argentino, de 84 años, fue operado el 4 de julio para extirparle una parte del colon, en una intervención programada y realizada con anestesia general.
Francisco sufre también de una ciática crónica que le hace cojear y le causa fuertes dolores, por lo que en varias ocasiones ha tenido que renunciar a celebrar ceremonias oficiales.