Luego del declive de los resultados financieros de Nissan, la marca japonesa de automóviles ha tomado la decisión de suprimir 9,000 puestos de trabajo a escala global con miras a reducir su capacidad de producción en un 20 % como una estrategia para mejorar la liquidez y rentabilidad de la compañía.
Entre abril y septiembre, el fabricante nipón registró una caída de su beneficio neto del 93,5 % con respecto al semestre anterior, por lo tanto, esta reestructuración se verá reflejada, por ejemplo, en las plantas de fabricación de autopartes en Ávila y Cantabria, en España, según indicó el presidente y CEO de la empresa, Makoto Uchida.
Nissan cuenta con unos 130,000 empleados en todo el mundo, por lo que la reducción de 9,000 puestos de trabajo supondría aproximadamente el despido del 7 % de su fuerza de trabajo.
En el caso de Latinoamérica, Nissan cuenta contres plantas de producción de vehículos en México, una en Brasil y otra en Argentina, esta última compartida con su socio Renault, según los datos proporcionados por la firma en su web. Sin embargo, Uchida todavía no ha brindado detalles sobre en qué países ni cuándo se llevará a cabo este recorte de su plantilla.
A esta drástica medida se sumarán los cambios en la directiva que se concretarán en los próximos meses, según indicó Uchida. Además, a la cúpula también se le aplicarán recortes en la remuneración de sus altos ejecutivos hasta en un 50 % en el caso del propio CEO.
Uchida admite y lamenta que Nissan Motors no ha sido capaz de adaptarse a los tiempos ni de evolucionar de manera rápida. «No vamos a empequeñecer a nuestra empresa, sino a hacerla más dinámica y adaptable a un entorno de negocios que cambia de forma acelerada», concluyó Uchida.