El presidente Nayib Bukele presentó ayer oficialmente a Volaris como aerolínea de bandera salvadoreña, lo que le devuelve al país la capacidad de diseñar una estrategia de transporte propia no solo porque la empresa se identifica con el país, sino porque su base de operaciones está en El Salvador y sus empleados, tanto en tierra como en las aeronaves, son salvadoreños.
Enrique Beltranena, CEO de Volaris, recordó en entrevista con «Diario El Salvador» que la aerolínea nació del sueño de salvadoreños y que «su corazón» está en el país, en busca de unir a las familias que viven en el territorio con las que están en Estados Unidos.
Volaris tiene 102 aeronaves a las que se les da mantenimiento en el país, a través de la empresa Aeroman. Es decir, son entre 300 y 400 salvadoreños los que, por medio de la compañía de mantenimiento, trabajan para Volaris. Otros 400 salvadoreños laboran en OneLink, el centro de llamadas que maneja la operación de la aerolínea.
Una nueva aerolínea con bandera nacional es una muestra de la certeza jurídica que existe en el país y de las favorables condiciones para la inversión generadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
A Volaris le sienta muy bien el proyecto de ampliación del Aeropuerto Internacional San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, pues es la base para sus operaciones y para su futuro crecimiento. Y a los ciudadanos les favorecerán también los boletos a bajo precio que ofrece la aerolínea.
Además, siendo una empresa acorde con los tiempos actuales, anunció que será la primera aerolínea en el mundo que aceptará el pago con bitcoines, especialmente por medio de la billetera electrónica Chivo.
El país perdió su aerolínea de bandera nacional cuando TACA se fusionó con Avianca, lo que dejó la operación en Colombia. Los empleados nacionales fueron, poco a poco, sustituidos por sudamericanos y de otras nacionalidades, de modo que el carácter salvadoreño de la aerolínea se difuminó casi por completo.
De acuerdo con el CEO de Volaris, la empresa aspira a recuperar ese sentimiento salvadoreño para dar un mejor servicio. «Que regresemos a ese concepto de hablar salvadoreño a los salvadoreños», sostiene.
El proyecto busca facilitar la comunicación entre los ciudadanos que están aquí y los que residen en el extranjero. La diáspora salvadoreña siempre ha sido muy importante para el Gobierno del presidente Bukele, y crear mejores condiciones de comunicación y de cercanía es vital.