El camino ha sido largo antes de llegar a escribir estas líneas; los activistas pro derechos sabemos que nuestra misión nunca termina, siempre hay un camino largo por recorrer, sobre todo para las minorías; sin embargo, estamos en un momento histórico en la administración pública y legislativa en El Salvador que puede también representar una ventana de nuevas oportunidades y esperanza para el bienestar animal.
Desde tiempos ancestrales, los animales han sido parte fundamental de la vida del ser humano, pasando desde lo económico hasta lo afectivo. De aquí surge la lucha de diversos sectores sociales a escala mundial en la búsqueda del reconocimiento de garantías legales para los animales.
La lucha para el fortalecimiento de los derechos de los animales en Latinoamérica ha tomado un impulso destacado en las últimas décadas. Latinoamérica, en especial en el Cono Sur, ha marcado un hito en el reconocimiento de las cualidades legales de los demás seres vivos, con normativas que les destacan como seres con «capacidad de sentir» y los derechos que de ahí se desprenden, sujetos a derechos y sujetos a la protección.
En El Salvador existe la Ley de Protección y Promoción del Bienestar de Los Animales, la cual entró en vigor el 4 de julio de 2016; la legislación nacional para proteger a los seres vivos es aún escasa y poco eficiente, poco ha frenado las constantes denuncias de casos de maltrato, crueldad y abandono de animales, así como no ha logrado contener los índices crecientes de la sobrepoblación de fauna urbana en las calles. Esto se debe muy posiblemente al débil cuerpo normativo de la ley, la poca capacitación e idoneidad de la figura designada como ente sancionador, la poca cultura en tenencia responsable de animales, así como la falta de un comité electo que desarrolle programas de trabajo enfocados en la prevención de maltrato y abandono de animales.
La población salvadoreña está cada vez más consciente y comprometida con la búsqueda de una sociedad más equilibrada, en la cual los animales reciban un trato digno, donde por medio del control de la sobrepoblación de fauna urbana también se garantice la salud pública, que se aborde la prevención del maltrato animal como antesala a la violencia social.
Es por esto que los resultados de las elecciones legislativas y municipales de El Salvador de 2021 nos obligan, como representantes de la sociedad civil preocupados por el futuro de los animales, a hacer un llamado a los candidatos electos a comprometerse con esta lucha, necesitamos de su respaldo en la búsqueda de reformas legales que permitan frenar el maltrato animal, necesitamos garantías para fundamentar nuestra lucha y ustedes tienen el poder en sus manos.
Es el momento idóneo para hacer historia, es momento de sentar las bases del bienestar animal en el país, la creación de políticas públicas, al entendimiento de la dinámica para el abordaje de las problemáticas relacionadas con los animales en El Salvador, que permitan el trato digno a los animales, la promoción de la educación en compasión y sentencia animal, desarrollando el sentido de justicia y respeto hacia los seres vivos, impulsando la prevención de la violencia intrafamiliar, el alcance de la convivencia comunitaria y el fundamento de una cultura de paz.