El surgimiento de una nueva cepa de COVID-19 atemoriza y encierra al Triángulo Norte de Centroamérica. La región ya mantiene estrictas medidas para el ingreso de extranjeros, en su intento de contrarrestar los contagios y evitar más muertes.
El Ministerio de Salud de Guatemala publicó ayer que el ingreso de personas que hayan estado en los últimos 14 días en Sudáfrica, Irlanda del Norte o el Reino Unido está prohibido, ya sea por vías migratorias aéreas, marítimas o terrestres.
La restricción no aplica a los guatemaltecos, extranjeros con residencia permanente en Guatemala, personal del cuerpo diplomático acreditado, tripulación de aeronaves e ingresos de carácter humanitario; cualquiera de ellos que desee retornar a Guatemala deberá cumplir una cuarentena de 10 días en su lugar de residencia.
Las limitaciones entraron en vigor ayer, el ministerio aclaró en un comunicado que permanecerán hasta nuevo aviso y que serán actualizadas de acuerdo con el comportamiento y la evidencia científica mundial de esta nueva variante del SARS-CoV-2.
La publicación en el diario oficial ocurrió un día después de que el viceministro de Hospitales, Francisco José Goma, anunció que los nosocomios nacionales y temporales están colapsados, lo que implica que el sistema de salud no podría dar abasto con nuevas hospitalizaciones de pacientes graves.
En Honduras, el Ministerio de Salud fue más riguroso para protegerse de la mutación del virus, al impedir el acceso tanto a turistas, residentes y ciudadanos que procedan o hayan transitado durante los últimos 21 días en el Reino Unido y Sudáfrica.
El Sistema de Gestión de Riesgo (Sinager) comunicó que el ingreso no estará habilitado por las vías marítimas, aéreas ni las terrestres. Los hondureños y extranjeros residentes que hayan estado en Sudáfrica o Reino Unido durante las últimas dos semanas deberán someterse a una cuarentena de 14 días para entrar al país centroamericano, según el Sinager.
El ente rector de esta medida será el Instituto Nacional de Migración. Fuentes del Sinager informaron que la decisión es temporal. «Se les recuerda a los ciudadanos nacionales y extranjeros que ingresen al país que, además de cumplir los requisitos exigidos por la ley, deben cumplir las medidas de bioseguridad establecidas por el Gobierno», anunciaron.
En tanto, la evolución del virus continúa. Ayer las autoridades del Reino Unido dieron a conocer una segunda variante del coronavirus. Esta fue detectada en Sudáfrica y, según expertos, se transmite más rápido que la cepa descubierta el domingo en Inglaterra. «Lo que sabemos sobre esta nueva variante, llamada 501.V2, es que probablemente surgió en la región de Nelson Mandela Bay», alrededor de Port Elizabeth (sureste).
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Después, «se extendió hacia El Cabo, región más turística del país», hacia el oeste, pero también hacia el norte, en dirección de Durban», detalló Tulio de Oliveira, director del instituto de investigación KRISP, adjunto a la Universidad de Kwazulu-Natal en Sudáfrica, a la agencia francesa. El Gobierno británico dijo ayer que identificó dos casos con esta segunda nueva variante procedente de Sudáfrica que es «altamente preocupante» por ser «más contagiosa». «Esta nueva variante parece haber mutado más que la nueva variante que fue identificada en Reino Unido», declaró el ministro de Salud, Matt Hancock.
El Reino Unido ordenó la restricción inmediata de viajes desde Sudáfrica. «Cualquier persona que haya estado en Sudáfrica o en contacto estrecho con alguien que estuvo allí estas dos últimas semanas tiene que ponerse inmediatamente en cuarentena», añadió. La mutación del coronavirus pone en alerta a los países donde ya se aplican las vacunas contra la COVID-19, pero no está claro si se afectará el nivel de inmunidad.