La segunda oleada de la pandemia de coronavirus paralizó la recuperación económica en Europa, admitió ayer la Comisión Europea, y advirtió que no habrá antes de 2023 un retorno a los niveles previos a la COVID-19.
En un informe divulgado el jueves, la Comisión Europea admitió que la recesión de este año —estimada en una caída de 7.8 % en la Eurozona— es la mayor vista desde la creación de la moneda única, en 1999.
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Esta expectativa del retroceso del PIB este año es levemente menos grave que la anticipada a mediados de año, pero agrava claramente las perspectivas de recuperación para los próximos dos años.
La «segunda ola de la pandemia aniquila nuestras esperanzas de una recuperación rápida», dijo Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión.
El impacto de la pandemia ha tenido efectos diferentes en los países de la UE «y lo mismo se aplica a las perspectivas de recuperación».
Este cuadro, apuntó la Comisión, es reflejo de la extensión de la pandemia, el costo de las medidas de contención sanitaria y el alcance de las respuestas nacionales.
En general la actividad económica recuperaría recién en 2023 los niveles registrados antes de la pandemia.
En su estudio, la Comisión señaló que la posibilidad de que tal recuperación ocurra antes, en 2022, se apoya en «un grado elevado de incertidumbre» que sugiere un «riesgo de deterioro».
Entre los países más afectados por este cuadro se destacan España (que debería cerrar este año con el PIB en retroceso de 12.4 %), Italia (-9.9 %) y Francia (-9.4 %), de acuerdo con la Comisión.
En tanto, la locomotora económica de Europa, Alemania, cerraría el año con una caída de «apenas» 5.6 % en el PIB.
De su lado, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, dijo que «nunca contamos con tener una recuperación “en forma de V”, pero ahora tenemos la seguridad de que no la vamos a tener».