El Gobierno del presidente Nayib Bukele lanzó ayer la convocatoria a concurso público del «Estudio de factibilidad para el proyecto de ingeniería básica y estructuración técnica para la red de transporte ferroviario interdepartamental de El Salvador». Con esto se da luz verde para la reactivación del tren en el país, un sistema de transporte que, contra toda lógica, fue desechado en las últimas décadas.
Los sistemas ferroviarios han demostrado en otras latitudes su eficiencia para el transporte no solo de personas, sino también de mercaderías, pues abaratan los costos y generan un menor impacto ambiental.
El fomento de los sistemas masivos de transporte es una necesidad en una sociedad con alta densidad poblacional. Así lo hemos visto en otras naciones que han potenciado este tipo de movilización en lugar de apostarle al transporte individual.
El transporte de mercadería en trenes también tiene sus puntos a favor, pues mejora los traslados desde los puertos hasta los puntos de distribución, y desde ahí hasta la venta. Para los productores nacionales facilita el traslado de mercadería desde el lugar de fabricación hasta su salida hacia el exterior.
Desde hace años, muchos estudios internacionales han demostrado que no solo El Salvador necesita la implementación de un sistema ferroviario, sino que una interconexión con el resto de Centroamérica sería una condición ideal para reducir la dependencia del transporte aéreo, además de que abarataría considerablemente el traslado entre las naciones, haciendo una enorme contribución al turismo intrarregional.
Por su tamaño, El Salvador es un lugar idóneo para tener una red de transporte de pasajeros, la cual hasta hace pocas décadas existía.
En los últimos años hubo intentos, más bien anecdóticos, de reactivar el servicio de tren. Las vías férreas que existieron a lo largo y ancho del país se convirtieron, luego del desuso de las bestias de acero, en zonas donde se fueron instalando comunidades, desplazadas por la violencia del conflicto armado.
Ahora, no obstante, la estructuración de una red eficiente de transporte ferroviario a escala nacional es una oportunidad para descongestionar las calles de nuestras ciudades. Un sistema eficiente de transporte de personas mejoraría de manera exponencial la calidad de vida de los trabajadores y haría más eficientes las empresas, no solo porque tendrían a empleados menos estresados, sino porque también tendrían un mejor método para el traslado de sus productos o servicios.
El Tren del Pacífico, un proyecto estratégico del Gobierno, es parte fundamental para el despegue económico de la nación.