El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, crítico del gobierno de Daniel Ortega, fue sacado «con violencia» de su residencia en la curia de Matagalpa (norte), donde permaneció retenido por la Policía durante dos semanas, y se desconoce su paradero, dijo el viernes una organización de derechos humanos.
«Lo sacaron con violencia y no se sabe para donde se lo llevaron», dijo a la AFP Vilma Nuñez, presidenta del Centro nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), en base a diversas fuentes consultadas por su entidad en Matagalpa.
La reclusión del obispo ocurrió días después de que denunciara el cierre por parte de las autoridades de cinco emisoras católicas y reclamó respeto a la «libertad» religiosa al al gobierno de Daniel Ortega.
La policía anunció que la Diócesis de Matagalpa es investigada por intentar «organizar grupos violentos e incitar al odio» para «desestabilizar al Estado de Nicaragua».
«Nosotros estamos en las manos de Dios», expresó el prelado este jueves.
La retención del obispo ocurrió en medio de los roces que la Iglesia tiene con el gobierno de Ortega, un exguerrillero de 76 años que se mantiene en el poder desde el 2007, amparado en tres reelecciones sucesivas.