Algunas de las familias que fueron desplazadas por los estragos climáticos de la tormenta tropical Amanda y Cristóbal aún no han podido regresar a sus comunidades de origen debido a que perdieron sus hogares como consecuencia del impacto que tuvo el episodio de lluvias en mayo pasado. Eso fue revelado en un informe de la OIM en El Salvador, el cual realizó un levantamiento de información durante el 10 al 15 de septiembre, con agentes involucrados en el desplazamiento.
El estudio se realizó con el objetivo de proveer información «sobre las condiciones de los sitios colectivos temporales y la población albergada para apoyar la acción humanitaria del Gobierno», expresa el informe. Se realizó en 23 sitios colectivos temporales (albergues) de todo el país. Uno de los datos más destacados es el de 168 familias que no pueden regresar porque perdieron su vivienda; ante esto, Guillermo García, analista de información de la OIM, mencionó que es importante que se ponga atención en esa situación, especialmente las autoridades correspondientes. «Esta es una población sumamente vulnerable que tiene mucha incertidumbre y necesita apoyo. Es importante ponerle atención a este dato», comentó García.
El estudio también reveló que, en los 23 albergues, se encontraban al menos unas 43 personas con condiciones médicas crónicas o severas. Así también, 14 madres lactantes y 7 personas adultas mayores no acompañadas, 13 personas con discapacidad y 2 niños no acompañados. Además, 4 de los sitios no cuentan con agua potable ni con agua para higiene personal.
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Ante esto, el Jefe de Misión de la OIM, Jorge Peraza, manifestó que las comunidades se pueden ver afectadas por el impacto de las tormentas, y que sus efectos aún son perceptibles en las personas que han perdido infraestructura en sus viviendas o que no pueden retornar a sus comunidades de origen. «Las consecuencias fueron difíciles para las personas que perdieron sus pertenencias y sufrieron el impacto emocional. Es sumamente importante conocer las características de este sector de la población. El desarrollo se ve amenazado por estas causas de lluvias. Estas razones son las que nos movilizaron a conocer las condiciones de los sitios colectivos de la población albergada para apoyar las acciones de ayuda», expresó Peraza.
Asimismo, destacó el trabajo del equipo de Protección Civil durante la crisis de la lluvia, pues se emitió alerta roja el mismo día que se notificó sobre el Informe Meteorológico de la Tormenta Amanda
«Reconocemos el liderazgo de Protección Civil, ha sido fundamental la coordinación y comunicación para asegurar que el trabajo que tenemos sea en base a las necesidades. La información también ayudará para que la OMS complemente acciones ya planificadas. Reiteramos nuestro compromiso para apoyar las labores comunitarias».
dijo Jorge Peraza.
Los especialistas también advirtieron que los efectos de las tormentas pueden tener un impacto en otras áreas como en la educación, pues si las familias no cuentan con un lugar donde vivir, tendrán mayor dificultad para acceder a procesos educativos. «Creemos que las autoridades han ofrecido alternativas como la televisión educativa. Siempre es bueno recordar que las personas que han perdido la vivienda se dificulta más tener los recursos necesarios para acceder a la educación virtual, como el televisor, los canales oficiales. Es bastante complicado incluso cuando perdieron su vivienda», explicó García.
Finalmente se manifestó que se pueden realizar donaciones para las personas afectadas a través de la Dirección de Protección Civil, ya que los técnicos tienen el contacto de las personas que gestionan los albergues.
Foto: Diario El Salvador Foto: Diario El Salvador Foto: Diario El Salvador